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Bashar al Assad ha aclarado este lunes las circunstancias de su partida de Siria, subrayando en un comunicado que permaneció en Damasco hasta las primeras horas del domingo 8 de diciembre, después de lo cual partió hacia Latakia “para supervisar las operaciones de combate” cuando “las fuerzas terroristas” ya entraron en la capital.
Al percatarse de que las últimas posiciones del Ejército sirio habían caído y las tropas se habían retirado por completo de todas las líneas de combate, Al Assad salió del país por la noche, un día después de la caída de Damasco que provocó la “parálisis de todas las instituciones estatales restantes”. “En ningún momento durante estos acontecimientos pensé en renunciar o buscar refugio, ni hubo propuestas así de parte de ningún individuo o partido. La única línea de acción era seguir luchando contra la embestida terrorista“, subrayó.
Al Assad también denunció la “desinformación y narrativas muy alejadas de la verdad, cuyo objetivo era presentar el terrorismo internacional como una revolución de liberación para Siria”. “Cuando el Estado cae en manos del terrorismo y se pierde la capacidad de hacer una contribución significativa, cualquier cargo pierde su sentido”, explicó, asegurando que esto no quebranta su “sentimiento de pertenencia a Siria y a su pueblo”, ni esperanzas de que “Siria vuelva a ser libre e independiente”.
