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El exuniformado proporcionó información importante a los delincuentes para facilitar los atracos en Chile.
La mañana de este miércoles se realizó la audiencia de formalización en contra de cinco exfuncionarios de Carabineros de Chile, que fueron detenidos el martes por su presunta participación en el robo a la empresa de transporte de valores Brinks, cuyo botín fue de más de 11.000 millones de pesos (11,6 millones de dólares).
Durante la audiencia, el fiscal jefe de Alta Complejidad Javier Von Bischoffshausen, entregó antecedentes sobre G.A.P.M., uno de los exuniformados, a quien se le imputan cargos por ese atraco, así como por el robo frustrado de la también empresa de valores Prosegur, ambos ocurridos en la ciudad de Rancagua, Región de O’Higgins. Según el funcionario, su labor era “reclutar a más carabineros”.
El robo a Brinks se llevó a cabo el 16 de agosto pasado, mientras que el delito que se pretendía perpetrar contra Prosegur se vio frustrado luego de que personal de la Policía de Investigaciones (PDI) descubriera, en febrero de este año, un túnel de 15 metros, que buscaba dar acceso a las bóvedas de la compañía, reseñó La Tercera.
La participación
Respecto a la participación de G.A.P.M. en el caso Prosegur, el fiscal detalló que el ahora imputado se reunió desde enero con un grupo de sujetos para planificar el robo y “diseñar el momento adecuado para la comisión del delito”, coordinando, asimismo, “poder reclutar más funcionarios de Carabineros para que colaboren” y “así poder asegurar la sustracción del dinero”, citó Emol.
El fiscal mencionó que el excarabinero proporcionó información importante para que se concretara la elaboración del túnel. Entre otras cosas, entregó el calendario de turnos de los policías a los delincuentes, para saber quién estaría trabajando los días en que hicieran el pasaje.
Asimismo, el acusado informó a uno de los integrantes de la banda delictiva “cuáles son los transformadores de luz que debían ser atacados con la finalidad de dejar sin luz eléctrica las bodegas de Prosegur”, con el objetivo de “anular los sistemas de seguridad de alarmas, cámaras y señales de alerta para la comisión de este robo”.
Por este caso de Prosegur, el fiscal imputó los delitos de robo en lugar no habitado en grado de frustrado, asociación delictiva consumada y tenencia ilegal de sustancias químicas, debido a que, según la Fiscalía, el imputado mantenía bombas lacrimógenas en su casa.
En cuanto al caso Brinks, Von Bischoffshausen comentó que el excarabinero fue el “enlace” entre la banda que realizó el robo y los otros cuatro uniformados.
