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Un informe detalla cómo actúan las organizaciones de tráfico de drogas en los trayectos marítimos.
Las organizaciones dedicadas al narcotráfico están sofisticando cada vez más las rutas marítimas que utilizan para transportar la droga desde Sudamérica hasta México, según un informe realizado por diferentes países, al que ha tenido acceso Milenio.
Esas tramas poseen puntos de entrega cerca de las costas de México, que también se han convertido en una suerte de ‘gasolineras móviles’ en altamar para el abastecimiento de combustible de las lachas rápidas, narcosubmarinos y otras embarcaciones utilizadas para sus operaciones ilegales.
Esos puntos se encuentran a una distancia aproximada de 300 millas náuticas de las costas mexicanas y hasta ellos llegan navíos que pueden cargar hasta una tonelada de cocaína cada uno.
Según el informe, hay dos rutas marítimas principales. Se inician en las costas del norte de Ecuador y el sur de Colombia, para cubrir un itinerario que pasa por Guatemala y llegar hasta México.
Esos largos trayectos presentaban el problema de que las embarcaciones podían quedarse sin combustible, lo que motivó su mutación también en puntos abastecedores.
Dos nuevas rutas
Además, se ha constatado la existencia de otros dos itinerarios, ideados para la navegación de narcosubmarinos o semisumergibles.
La primera de ellas se conoce como La Ruta del Desierto y tiene una extensión de entre 2.500 y 3.000 millas náuticas, entre las costas de Ecuador o Colombia, y México. Un trayecto que discurre principalmente por aguas internacionales y que se tarda en recorrer entre 25 y 35 días.
La segunda se conoce como la ruta de Góngora, menos transitada y detectada por las autoridades, tras varias incautaciones de sumergibles entre 2023 y julio de 2024.
Cargas a la deriva
Otra operativa descubierta ha sido la conocida como “cargas a la deriva”, que consiste en dejar los paquetes con droga flotando en el Pacífico. En ocasiones, esos cargamentos estaban unidos a boyas con sistemas de posicionamiento GPS, para que los narcotraficantes los pudieran recolectar con posterioridad.
Entre el 5 de enero y el 24 de noviembre de 2024, las autoridades aseguraron 46 embarcaciones y 117 unidades con motores fuera borda, se detuvieron a 177 personas y se incautaron 51.417 kilos de cocaína y 60.715 litros de combustible, según los datos de la Secretaría de Marina Armada de México, recogidos por Milenio.
