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En el mismo contexto, el analista Georgui Bovt recuerda las declaraciones del director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, quien afirmó que Occidente se está preparando para ocupar Ucrania.
Tropas de la OTAN podrían ser desplegadas en Ucrania con el pretexto del envío de fuerzas de mantenimiento de la paz, opina el politólogo y periodista ruso Georgui Bovt en un artículo publicado en el portal BFM.RU.
“Estas discusiones [sobre el envío de las fuerzas de paz] son sospechosas porque en realidad pueden preceder a una decisión de enviar personal militar de países europeos a Ucrania, especialmente si la situación en el frente se vuelve amenazadora. Estas fuerzas, por supuesto, se denominarán fuerzas de mantenimiento de la paz. Y su tarea se llamará ‘forzar’ un alto el fuego“, escribe Bovt.
Al mismo tiempo, el periodista observa que tal debate “activo” en Europa parece “prematuro” porque “todavía no hay señales de un acuerdo de alto el fuego; las posiciones de las partes parecen irreconciliables”.
“El envío de fuerzas de paz es generalmente un procedimiento estándar para resolver muchos conflictos”, observa el experto. Pero esto sucede normalmente con el consentimiento de las partes en disputa, que estipulan el mandato de estas fuerzas, si no lo prescribe la ONU. “De lo contrario, ya no serán fuerzas de paz, sino ocupantes. Moscú considerará esta opción como la segunda”, explica.
En el mismo contexto, Bovt recuerda las declaraciones de Serguéi Naryshkin, director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, quien afirmó el viernes pasado que Occidente se está preparando para ocupar Ucrania y planea introducir en el país hasta 100.000 cascos azules de la OTAN de entre los militares rumanos, polacos, alemanes y británicos.
Asimismo, sugiere que tales conversaciones podrían surgir “para no agitar un ‘trapo rojo’ frente a Moscú”. “Se enfatiza especialmente que estas discusiones se están llevando a cabo fuera de las estructuras de la OTAN, y si tales tropas aparecen, no será bajo los auspicios de la alianza”, aclara.
“Sin embargo, en Moscú es poco probable que estén de acuerdo con estas astutas exhortaciones y con el hecho de que, digamos, las unidades británicas y francesas en Ucrania no son tropas de la OTAN, sin importar bajo qué estándar se encuentren allí“, destaca.
¿Estamos hablando de fuerzas de paz?
En este sentido, Bovt menciona las palabras de la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, que no descartó el envío de militares europeos al país eslavo. Según la diplomática, la decisión “debe depender únicamente del deseo de Ucrania”. “Pero en este caso, ¿estamos hablando de fuerzas de paz? La cuestión de su mandato se vuelve entonces clave”, escribe el politólogo.
“Hasta ahora, no parece que Moscú esté dispuesto a aceptar los servicios europeos de mantenimiento de la paz, incluso en caso de un alto el fuego, ya que esto se percibirá como una legitimación de la presencia militar a largo plazo de los países de la OTAN en Ucrania, lo que contradice el objetivo de su ‘desmilitarización’ establecido durante la operación militar especial”, resume el periodista.
