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El rescate se produjo en la localidad de Paiporta, una de las más afectadas por las riadas, donde se produjeron 45 víctimas mortales.
Tres semanas después de las lluvias torrenciales y las inundaciones que dejaron más de 200 muertos en España, principalmente en la provincia de Valencia, todavía salen a la luz historias dramáticas que sucedieron ese ya histórico día 29 de octubre, como la de Aurora.
Esta bebé de apenas un mes de vida logró salvar la vida en el interior de una maleta en el municipio valenciano de Paiporta, uno de los más afectados por la tragedia, que se llevó la vida de 45 de sus vecinos.
Ese día, la pequeña viajaba en el coche con su madre y su abuela cuando les sorprendió la crecida de las aguas. Cuando el vehículo ya se estaba inundando, decidieron abandonarlo para intentar ponerse a salvo.
Lo consiguieron con el auxilio de Azahara, una vecina que cargó a la bebé y ayudó a las otras dos mujeres a trepar una valla para introducirse en una nave cercana. Allí subieron hasta la segunda planta y metieron a la niña en una maleta rodeada de ropa: buscaban algo que pudiera flotar, llegado el caso, y que la mantuviera caliente.
Tras romper una ventana por si el agua continuaba subiendo y necesitaban escapar, comenzaron a reunir todo lo que pensaron que pudiera servirles para flotar, como maderas o neumáticos.
Horas después, fueron rescatadas por dos agentes la Guardia Civil, en una de las noches más difíciles de sus vidas. Un compañero y la pareja de otro perdieron la vida esa jornada en el cuartel del instituto armado en Paiporta.
El lunes de esta semana se reencontraban ante las cámaras de Televisión Española Azahara y uno de sus salvadores, el sargento primero de la Guardia Civil Jesús del Río Gómez. “Esa noche, el instinto de supervivencia nos llevó a hacer cosas que seguramente en otra situación no se hubiesen hecho. Yo no sé ni cómo aguantamos esa noche. Fue lo más reconfortante de la noche, sacar a Aurora“, contó el uniformado.
