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El mandatario estadounidense sostuvo que los coches procedentes de China podrían recopilar datos sensibles sobre los ciudadanos y la infraestructura del país.
Joe Biden ha anunciado este jueves “acciones sin precedentes” con las que pretende garantizar que los autos de los “países que preocupan, como China”, no socaven la seguridad nacional de EE.UU. El presidente ordenó a la secretaria de Comercio que lleve a cabo una investigación sobre los vehículos conectados con tecnología de los países que Washington tilda de adversarios y que tome medidas “para responder a los riesgos“.
“China impone restricciones a los autos estadounidenses y otros coches extranjeros que operan en China. ¿Por qué debería permitirse que los vehículos conectados de China operen en nuestro país sin salvaguardias?”, razonó Biden, quien puntualizó que de la industria automotriz también dependen las familias estadounidenses de clase media y los trabajadores del sector.
El mandatario expresó preocupación por las posibilidades de acceder a los autos eléctricos a distancia o inutilizarlos, afirmando que hoy en día “la mayoría de los autos están conectados” a los celulares, sistemas de navegación, infraestructuras críticas y las empresas que los fabrican. “Los vehículos conectados de China podrían recopilar datos confidenciales sobre nuestros ciudadanos y nuestras infraestructuras y enviarlos a China”, sostuvo.
En opinión de Biden, “China está decidida a dominar el futuro del mercado automovilístico, incluso recurriendo a prácticas desleales“. “Las políticas de China podrían inundar nuestro mercado con sus vehículos, presentando riesgos para nuestra seguridad nacional. No voy a permitir que eso ocurra bajo mi vigilancia”, aseveró.
El presidente de EE.UU. concluyó que los fabricantes de automóviles nacionales y los trabajadores del sector “son los mejores del mundo” y que lideran en términos de calidad e innovaciones. “Una industria automotriz dinámica es vital para la economía estadounidense”, concluyó.