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“Sus acciones no tienen consecuencias”, lamentó el jefe de la diplomacia europea.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha arremetido este martes contra Israel, culpándolo de la falta de avances para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Durante una rueda de prensa en El Cairo, Borrell criticó la “intransigencia” israelí, subrayando que el país se beneficia de una “impunidad total” y que “sus acciones no tienen consecuencias”. Además, los recientes intentos de alcanzar un acuerdo de alto el fuego han fracasado, recordó.
“Casi lo logramos, pero no lo logramos“, afirmó Borrell, en referencia a la tregua en el enclave palestino, señalando que la aparente falta de voluntad para poner fin a la guerra y la indiferencia hacia las violaciones del derecho internacional por parte de Israel han sido factores cruciales en el estancamiento de las negociaciones.
“Quienes libran la guerra no tienen ningún interés en ponerle fin. Están fingiendo cada vez menos, porque su intransigencia va acompañada de una impunidad total y sus acciones no tienen consecuencias”, concluyó el alto diplomático, en declaraciones recogidas por EFE.
Borrell reiteró el apoyo incondicional de la UE a los esfuerzos de mediación de Egipto, Catar y EE.UU., pero lamentó que hayan sido en vano y no hayan puesto fin a las hostilidades. “Vemos que hay miles de camiones esperando entrar [en Gaza desde Egipto] durante días, semanas y meses, y vemos que hay ambulancias esperando recibir a los heridos”, declaró.
Sin embargo, ciertas exigencias “han sido rechazadas y siguen siendo rechazadas” por Israel, lamentó. “Hoy, 1.400 camiones están esperando para entrar. De darse un buen día, tal vez 50 van a pasar. En tiempos del Ramadán eran 600 al día”, puntualizó Borrell.
Al plantear una inquietante pregunta sobre el desarrollo de la situación, cuestionó la eficacia de las instituciones internacionales como la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuyos fallos “se ignoran totalmente“, y subrayó que el conflicto histórico requiere de una “solución política”, por lo que es preciso “poner en marcha un proceso” para crear un Estado palestino independiente y “ver qué tipo de presión ejercer sobre los que no quieren esta solución”.