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Para este jueves hay una nueva alerta por temperaturas extremas.
El temor a un nuevo apagón masivo se cierne sobre el Área Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires (AMBA) este jueves, después de la caótica jornada que se vivió la víspera debido a las altas temperaturas.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, para este jueves y el viernes se prevén temperaturas máximas de 35 grados centígrados, pero la sensación térmica ser superior debido a la humedad. Ante ese panorama, el termómetro está en rojo, es decir, se mantiene la alerta.
Por eso, las recomendaciones para comer poco, hidratarse, no salir a la calle si no es necesario, usar bloqueador y no hacer ejercicio, son constantes en los medios y en las redes.
El miércoles, con las mismas temperaturas, barrios enteros se quedaron sin luz, vecinos quedaron atrapados en ascensores y usuarios varados en el metro, a oscuras. Los trenes se paralizaron. Los negocios tuvieron que cerrar a la fuerza. También hubo semáforos rotos y caos vial.

Las postales apocalípticas fueron el resultado de dos apagones masivos que se produjeron en el Área Metropolitana de Buenos Aires, que dejaron calles intransitables por la inclemencia del sol, que quemaba el asfalto.
Las imágenes de empleados que recorrían la ciudad con sus computadoras para encontrar un café con electricidad para trabajar o para disputarse los enchufes, porque les urgía cargar los celulares, se repetían a lo largo de cuadras. El apagón afectó incluso la sede presidencial. Y el riesgo persiste.
El mal humor y el estrés de la ciudadanía se combinaron con las temperaturas extremas con las que comienza a despedirse el verano austral, que termina el próximo 21 de marzo.
Disculpas
Los apagones afectaron sobre todo al sur de la capital y parte de la provincia de Buenos Aires. Al mediodía, ya había más de 620.000 usuarios afectados. Los reclamos se multiplicaban, tanto para Edesur, la empresa privada de energía que tiene la concesión del servicio eléctrico en la zona, como para los gobiernos nacional y de la Ciudad de Buenos Aires.
“Pedimos disculpas por las molestias ocasionadas”, repitió una y otra vez Edesur, a través de sus redes sociales.


“¿Qué disculpa? Devolvé la plata del día entero sin servicios”, “Es insostenible la situación. Tienen que invertir o irse”, “Inviertan en mantenimiento, basta de justificaciones y paguen las compensaciones a los usuarios”, fueron algunas de las respuestas de los usuarios en redes sociales.
Lo mismo ocurrió con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, quien se mantuvo en silencio durante toda la mañana, a pesar de la emergencia en el transporte público y del colapso vial en 258 cruces por la falta de semáforos.
Por la tarde, Macri anunció un operativo especial y reveló que los bomberos habían rescatado a 63 personas que quedaron atrapadas en los ascensores y a otras 16, de edad avanzada, que corrían riesgo en sus hogares sin luz.


Impacto
Mientras tanto, en el centro financiero, las oficinas cerraron desde temprano por la falta de energía. Los empleados buscaban volver a sus casas en el metro, pero era inútil porque no tenía servicio. Horas antes, miles de pasajeros habían tenido que ser sacados por los túneles.
Negocios de todo tipo también cerraron de urgencia, ya que no podían atender a sus clientes y, además, temían robos. Solo se salvaron los previsores que contaban con generadores propios.
Desde el Gobierno, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que debe supervisar y, en su caso, sancionar a las concesionarias energéticas, se limitó a reportar el primer apagón.
Las quejas de la ciudadania se han multiplicado en las últimas horas, ya que los afectados destacan el exponencial aumento de las tarifas del servicio de electricidad que hubo en 2024, a raíz de la liberalización de los precios. Ese incremento, que en algunos caso fue más del doble, no se ha traducido en mejoras en el suministro o la prevención de los apagones.