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El piloto desertor Maxim Kuzmínov fue encontrado acribillado a balazos en la localidad española de Villajoyosa en febrero de 2024.
El piloto Maxim Kuzmínov, quien el año pasado secuestró un helicóptero militar ruso y lo llevó a Kiev, fue enterrado en una tumba sin nombre en el sur de España tras su muerte en febrero en la ciudad española de Villajoyosa, informa CBS News citando fuentes.
En agosto de 2023 Kuzmínov voló en el helicóptero Mi-8 de las Fuerzas Armadas de Rusia desde la ciudad rusa de Kursk hasta territorio ucraniano. Además del propio desertor, en la aeronave se encontraban dos militares rusos que no conocían sus planes. Ambos fueron asesinados inmediatamente tras el aterrizaje. Por su traición, Kuzmínov recibió del régimen de Kiev 500.000 dólares y un pasaporte ucraniano, tras lo cual se fue a vivir a España bajo otro nombre.
No obstante, en febrero se reportó que el cuerpo del piloto fue encontrado acribillado a balazos en el garaje del complejo de apartamentos donde vivía en Villajoyosa. La Policía española se negó a proporcionar detalles de la investigación, pero New York Times comunicó que los investigadores confirmaron que el cadáver encontrado pertenecía a Kuzmínov.
A pesar de los reportes de la muerte del desertor, cinco meses después en las redes sociales aparecieron fotografías de una persona parecida a Kuzmínov en un desfile aéreo, comunicó el medio estadounidense, destacando que, de acuerdo con las fuentes, no se trataba realmente del piloto. El medio indicó que la persona de las imágenes era probablemente un agente de los servicios de inteligencia ucranianos que llevaba una máscara casi idéntica a la cara del desertor, con la intención de llevar a cabo una campaña de desinformación para demostrar que Kuzmínov sobrevivió el ataque y convencer a otros militares rusos de pasarse al lado ucraniano.
La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano recientemente intentó volver a usar el mismo esquema para convencer a un piloto ruso de trasladar a Ucrania un helicóptero de guerra electrónica Mi-8MTPR-1. Sin embargo, este complot fue frustrado por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), al que el piloto reveló los planes de Kiev.
