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Se espera que puedan consignar el instrumento de cooperación el próximo año.
La canciller chilena, Antonia Urrejola y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, realizaron este viernes en Bruselas el cierre político de la modernización del Acuerdo de Asociación entre el Chile y la Unión Europea (UE), tratado comercial y de inversión que mantiene el país suramericano con ese bloque desde hace 20 años.
La ministra de Relaciones Exteriores chilena ratificó que es un acuerdo de libre comercio que, en su opinión, “trae un conjunto de beneficios arancelarios” y contempla temas “muy importantes para los exportadores” y “para atraer la inversión en Chile”, según Cooperativa.
Urrejola espera que en el ámbito político, el mecanismo fortalezca la cooperación que existe “para enfrentar las amenazas tradicionales a la paz y seguridad internacionales”.
Lo nuevo
La canciller adelantó que “las negociaciones permitieron incorporar cooperación en amenazas emergentes como ciberseguridad, lavado de dinero y financiamiento y terrorismo y cibercrimen”.
También se agregó una instancia de apelación, “lo que mejorará sustancialmente este mecanismo de solución de controversias” entre inversionistas y los Estados, expresó Urrejola.
Sobre las novedades, aseveró que en el área comercial y de inversión, se incluyen aspectos “fundamentales” como comercio y desarrollo sostenible, además de un capítulo específico sobre género y comercio, lo que catalogó como “algo sin precedente en los acuerdos que tiene la UE hoy día vigentes”.
Por su parte, Borrell consideró que este instrumento “tiene una importancia política que va más allá del comercio“, debido a que Chile “fue el primer país sudamericano que firmó un acuerdo de asociación con la Unión Europea”, recoge Diario U CHile.
“Es una modernización de este acuerdo de asociación en todas sus dimensiones”, agregó.
Surge la necesidad de una modernización
La UE y Chile, en 2017, manifestaron la necesidad de modernizar el acuerdo y no fue hasta noviembre de 2021, en el gobierno del presidente chileno Sebastián Piñera, cuando se cerraron las negociaciones para que pudiera cristalizarse esa modificación. Sin embargo, lo establecido debía ser ratificado.
En abril de este año, cuando Borrell visitó el país suramericano, el jefe de la diplomacia europea le pidió a Gabriel Boric ratificar la actualización del mecanismo, pero el mandatario chileno le pidió tiempo para poder revisarlo.
Debido a que la demora fue cuestionada, la canciller dijo que el Gobierno de su país no estaba en contra de los tratados de libre comercio, sino que quería revisar la parte de resolución de conflictos.
Se prevé que el acuerdo se consigne en noviembre de 2023, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la UE. Tras la firma, se espera que el convenio sea aprobado por los parlamentos.
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