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Un recluso retiene a los trabajadores en la enfermería del establecimiento bajo amenaza con un arma blanca de fabricación casera.
Cinco personas, entre ellas cuatro trabajadores sanitarios y un funcionario de prisiones, se encuentran rehenes en el centro penitenciario de Arlés, en el sur de Francia, informó el viernes el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin.
Según el alto cargo, fueron movilizados todos los medios para afrontar la situación.
Al finalizar la mañana, un recluso detuvo a las personas en la enfermería del establecimiento bajo amenaza con un arma blanca de fabricación casera, cuenta La Provence.
De acuerdo con el medio, el detenido, de 37 años, es conocido “muy desfavorablemente” por la Policía y la Justicia por numerosos delitos comunes. Fue condenado a 18 años de prisión por delitos sexuales y denunciado como radicalizado en 2013. La toma de rehenes se basaría en el descontento del hombre tras la negativa a su traslado.
Varios agentes de Policía se han posicionado alrededor de la prisión, a la espera de la intervención de los Equipos Regionales de Intervención y Seguridad, que se crearon en 2003 para reforzar la seguridad de los establecimientos penitenciarios y mejorar la capacidad de respuesta de la administración penitenciaria en caso de disturbios graves.
Construida a principios de 1990, la prisión de Arlés contiene 159 plazas y 137 reclusos cumpliendo largas penas.
El pasado mes de octubre, sin embargo, el Sindicato Nacional de Justicia Laboral se mostró preocupado por “la situación en el centro, en particular en lo que respecta a la seguridad de los agentes, la atención a los detenidos y la eficacia de los sistemas existentes”, y también planteó la cuestión de “la evolución del perfil de los reclusos, con un número cada vez mayor de personas que padecen graves problemas psiquiátricos“.