Tabla de contenido
Publicado:
El gigante asiático ha vuelto a comprar carbón australiano, poniendo fin a las prohibiciones no oficiales que redujeron el intercambio comercial bilateral tras el inicio de la pandemia del covid-19.
La demanda de carbón junto a otros factores ha movido las relaciones entre China y Australia hacia una reconciliación después de varios años de tensiones políticas y reducción del intercambio comercial bilateral, reconocieron esta semana varios medios de distintos países.
A finales de febrero, China volvió a importar carbón australiano por primera vez en dos años y medio, según un artículo publicado este viernes por The Japan Times. De acuerdo a los servicios de rastreo de transporte marítimo, al menos 15 embarcaciones con 1,4 millones de toneladas de carbón australiano cargado el mes pasado se dirigen ahora a China.
Mientras tanto, varios magnates australianos planean visitar la nación asiática en marzo, incluidos el fundador de Fortescue Metals, Andrew Forrest; el director de la compañía minera BHP Group, Mike Henry; y el director ejecutivo de la productora de vinos Treasury Wine Estate, Tim Ford, agrega el medio nipón. En un intento de reescribir el pasado reciente, el embajador de China en Canberra, Xiao Qian, declaró en enero que las sanciones chinas a los productos australianos no existen oficialmente.
El “primer tiro”
The Guardian informó anteriormente que los primeros barcos cargados de carbón australiano habían empezado a llegar el 8 de febrero. Según el medio británico, este paso supone el fin de una prohibición no oficial, impuesta cuando las relaciones bilaterales estuvieron en su punto más bajo al comienzo de la pandemia. Uno de los momentos clave de las tensiones tuvo que ver con el covid-19, puesto que Canberra presionó para que se realice una investigación sobre el origen del virus, mientras que Pekín expresó su indignación por ese enfoque.
Sin embargo, la discordia parece remontarse más atrás. El embajador Xiao Qian recordó en junio pasado que Australia disparó el “primer tiro” en el deterioro de sus relaciones con China en 2018, cuando prohibió, por motivos de seguridad, la instalación de equipos de telecomunicaciones 5G de la compañía Huawei en su territorio. A su vez, Pekín anunció en mayo de 2021 la “suspensión indefinida de todas las actividades” en el marco del Diálogo Económico Estratégico China-Australia.
“Llevará tiempo”
En un informe reciente, analistas del banco suizo UBS admitieron que el comercio bilateral de carbón no se recuperará rápido, dado que los exportadores australianos encontraron nuevos mercados tras la disensión entre ambos países. “Llevará tiempo que los patrones comerciales vuelvan a realinearse, y es probable que las compras chinas a corto plazo provengan únicamente de los mercados al contado”, pronosticó el informe.
No obstante, la noticia de que el carbón australiano regresa a China tiene importancia para la economía australiana. Un artículo de la agencia rusa RBC destaca el hecho de que Pekín sea el principal consumidor de productos australianos. Incluso en 2020, en plena crisis política, casi la mitad de todas las exportaciones australianas fueron al gigante asiático. La situación no cambió hasta noviembre de 2022, cuando China seguía siendo el destino número uno para los productos australianos, aunque el mayor importador de su carbón fue Japón.
Pekín aumenta su producción y consumo de carbón
Entre 2021 y 2022 China incrementó sus propias capacidades de producción de carbón, batiendo récords en sus yacimientos. También aumentaron constantemente las existencias de carbón en las centrales eléctricas, manteniéndose en “un nivel históricamente alto”, recogen medios locales.
El año pasado, Pekín aprobó la mayor expansión de sus centrales eléctricas de carbón desde 2015, según un informe conjunto del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) y Global Energy Monitor, dos organizaciones no gubernamentales con sede en Finlandia y EE.UU., respectivamente. Este informe mostró en qué medida el país depende del combustible fósil, considerado como una de las fuentes del calentamiento global.
No solo el comercio
Dos columnistas de South China Morning Post estiman que, en medio de la rivalidad entre China y Estados Unidos, resulta de importancia estratégica para Pekín el Territorio Norte de Australia, donde miles de marinos estadounidenses permanecen durante meses anualmente y se entrenan con los militares locales. Esta región también es importante por su potencial para una futura cooperación entre los países del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, conocido popularmente como Quad (integrado por Australia, la India, Japón y EE.UU.).
A mediados de febrero, la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, aseguró que su país no necesita de sanciones para actuar ante sus preocupaciones por los derechos humanos en China, tal como había propuesto el ex primer ministro Scott Morrison, al pedir la imposición de medidas restrictivas contra la nación asiática.
La economía australiana se basa en la exportación de materias primas. El Gobierno actual pretende mantener este perfil, pero apostando también por las tendencias ecologistas. En particular, planea aprovechar los extensos desiertos que ocupan toda la región central del país para generar y luego exportar energía solar. China también apuesta por las energías renovables, siendo un importante productor de paneles fotovoltaicos y otros equipos necesarios para desarrollar el sector.