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Establecía contacto a través de una aplicación de citas y luego cometía los delitos cuando visitaba a las víctimas en su casa.
La Justicia argentina condenó a un hombre, Leandro Reynoso, a 12 años y 3 meses de cárcel por atacar a personas que había conocido mediante una aplicación de citas, a las que drogaba, torturaba y robaba. La sentencia incluyó la consideración de “odio a la identidad sexual”, informan medios locales.
“No sé a cuántos putos robé ya”, se escucha en un audio que contenía el teléfono del condenado, que agrega: “Más de 30”. Estas grabaciones fueron tenidas en cuenta durante el juicio abreviado contra Reynoso, tras su detención en 2022 en la provincia de La Rioja, a la que se había mudado para seguir con esa misma modalidad delictiva. En tanto, su cómplice, Enzo Bustamante, fue sentenciado a 2 años de prisión en suspenso.
La denuncia, que permitió que la causa avanzara, fue realizada por Pablo D’Elía, luego de un encuentro que habían tenido en su casa de la ciudad de Buenos Aires, el 3 de septiembre de 2022, después de conocerse por la aplicación Grindr. Ese día Reynoso llegó con alguien más y durante la noche intentaron drogar a D’Elía, ahorcarlo y robarle.
El denunciante descubrió que otras personas habían pasado por situaciones similares y logró reunir unos 14 testimonios. Según reveló, un hombre había estado tres días secuestrado, mientras que a otro “lo drogaron, lo golpearon, lo desvalijaron y estuvo internado en un sanatorio durante tres días“. “Lo peligroso era el accionar. Los desvalijaba, los golpeaba cuando estaban drogados y también se llevaba, por ejemplo, la foto de la madre muerta de uno, un cuadrito que le regaló la sobrina de 7 años dibujado con acuarela de otro. Un comportamiento psicopático grave”, agregó D’Elía.
La acumulación de denuncias llevó a la Justicia a detener a Reynoso en La Rioja. En el curso de la investigación, se accedió a la información de su teléfono y allí hallaron los audios donde se revela que elegía a las víctimas por su condición sexual.
Juicio y condena
En el proceso, el juez dio por probados cinco ataques, aunque las víctimas podrían ser cerca de 30. De acuerdo con sus palabras, los ataques tuvieron “características similares”, ya que contactó a través de Grindr a “varones homosexuales con residencia en la ciudad de Buenos Aires y concretó citas en los domicilios de las víctimas”.
“A su arribo se ofrecía a preparar una bebida alcohólica, aprovechando un momento de distracción para colocar algún tipo de sustancia con efectos somníferos“, continuó, a la vez que explicó que “algunas víctimas fueron agredidas mediante ahorcamiento a mano, golpes, cortes, puñaladas o amenazadas con armas“.
En el fallo, se establece que Reynoso “sustrajo bienes de valor patrimonial y afectivo de las víctimas” y también los “defraudó”, ya sea “transfiriéndose las sumas de dinero que tuviesen bancarizadas o en el sistema financiero o solicitando préstamos a nombre de ellos y una vez acreditados retirando los montos hacia su billetera electrónica o cuenta bancaria”. En referencia con las agresiones físicas, consideró como un agravante el “odio a la identidad sexual de la víctima”.
También se comprobó que, además de los robos, buscaba destruir elementos que pudieran tener relación con la orientación sexual de las víctimas, como medicaciones, símbolos o determinados objetos.
