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En su informe, explica que hay falta de mantenimiento, así como proyectos que no se pusieron en marcha.
La Contraloría General del Estado (CGE) de Ecuador concluyó en que la “falta de gestión” es una de las principales causantes de la crisis de energía eléctrica que sufre el país suramericano, que ha derivado en apagones masivos y en cortes del servicio en algunos momentos.
“Falta de gestión repercutió en el abastecimiento de energía eléctrica en el país”, enfatizó la CGE, que llevó a cabo una auditoria al sector y cuyas conclusiones dio a conocer este lunes.
La institución detalló que auditó el ‘Plan de Expansión de la Generación’ contenido en el ‘Plan Maestro de Electricidad’, en el Ministerio de Energía y Minas y otras entidades relacionadas. El análisis se centró en el período comprendido entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2023.
“Escenario sobrestimado“
El informe detalla cuatro componentes examinados, descubriendo centrales fuera de servicio y con falta de mantenimientos, proyectos que no se pusieron en marcha, entre otras cuestiones.
En primer lugar, se examinó lo relacionado a la infraestructura existente para la generación de electricidad y su aporte al Sistema Nacional Interconectado (SNI). La auditoría reveló que el Plan Maestro 2018–2027, diseñado en el gobierno de Lenín Moreno, “no incluyó información actualizada y consistente sobre la situación energética” de Ecuador.
La CGE indicó que el Ministerio de Energía detalló 133 centrales como capacidad disponible para producción de electricidad, con una potencia de 7.177 Megavatios (MW); sin embargo, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) registró únicamente 124 centrales operativas, con capacidad de 6.976 MW, “lo que ocasionó que no se cuente con información real del parque generador, reflejando un escenario sobrestimado“.
Asimismo, se informó que desde 2019 al menos seis centrales térmicas “estaban fuera de servicio” y cuatro más “no producían energía desde 2018”; a ello se suma la falta de mantenimientos de las centrales térmicas de Miraflores en la provincia de Manabí, Jivino (Sucumbíos), Termogas Machala (El Oro), La Propicia (Esmeraldas), Aníbal Santos y Trinitaria (Guayas), “lo que originó que el país deje de recibir 175 megavatios, repercutiendo en épocas de estiaje”.
El segundo componente examinado fueron los proyectos, señalando que 14 de estos, tanto hidroeléctricos como térmicos y de energías renovables no convencionales, no se pusieron en marcha.
El tercer componente tiene que ver con “informes”. La auditoría estableció que Cenace remitió a las autoridades del Ministerio de Energía los ‘Planes de Operación del Sistema Nacional Interconectado’, en el periodo enero 2019 a junio 2023; no obstante, “los trámites fueron archivados y no produjeron resultados que precautelen la operación óptima de la generación y su aporte al SIN, lo que provocó suspensiones que afectaron a vastos sectores del país”.
Y por último, en el cuarto componente, referido a los indicadores para determinar el grado de cumplimiento de los objetivos del Pan de Expansión, “se evidenció una ausencia de lineamientos, políticas y normas técnicas, ocasionando que no se cuente con propuestas que contribuyan a la toma de decisiones para el desarrollo de los proyectos energéticos”.
