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Muchos blogueros no solo grabaron videos con lo que quedó de la catástrofe de fondo, sino que también hicieron comentarios sarcásticos.
Algunos ‘influencers’ buscan más popularidad, dinero y seguidores filmándose entre los restos calcinados de los incendios forestales de Los Ángeles (California, EE.UU.). Los internautas suponen que, de ese modo, quieren que sus videos se viralicen, por lo que este ‘contenido divertido’ ignora la empatía, recoge The New York Post.
Así, en muchos casos no solamente grabaron videos con lo que quedó de esta catástrofe devastadora de fondo, sino que también hicieron comentarios sarcásticos y burlones o usaron filtros que simulan llamas.
Un grupo de ‘tiktokers’ fue capturado posando para selfis y videos usando el incendio en la zona de Eaton, el segundo más destructivo en los 173 años de historia del estado, como escenografía.
Luego, una bloguera publicó un video bailando alegremente en la calle mientras en el aire flotaban cenizas y brasas.
Otra ‘tiktoker’ hizo una grabación riéndose del destino de un supermercado que se quemó totalmente, y lo calificó de “karma“, ya que una vez le habían prohibido la entrada después de que hubiera filmado un video con su perro allí. “La tienda de verdad se quemó. […] No murió nadie, vale. Eso es gracioso para mí“, dijo y se echó a reír.
Una mujer se quejó en un video de que ninguno de sus amantes se había preocupado por ella durante los incendios y fue criticada por aprovecharse de la situación para crear contenido y menospreciar problemas reales. “Estoy pensando en que podría estar muriendo en un desastre natural y ninguno de los hombres con los que he salido últimamente podría siquiera enviarme un mensaje de texto para preguntarme si estoy bien”, expresó.
Casi todas las publicaciones han sido borradas después de que la Red estallara en críticas hacia los creadores de esos contenidos por intentar sacar un beneficio de la tragedia que le costó la vida a 27 personas y obligó a miles a evacuarse.
- El masivo incendio comenzó en Los Ángeles en la mañana del 7 de enero (hora local) en la comunidad de Pacific Palisades y se propagó rápidamente debido a los fuertes vientos.
- Se trata de una de las tormentas de fuego más destructivas que han azotado la región en lo que se recuerda.