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Su remuneración básica mensual se multiplicó al sumarle compensaciones por costo de vida y gastos de residencia.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, mantiene un conflicto con la vicepresidenta del país, Verónica Abad —con quien ganó las elecciones—, desde el inicio de su mandato. Su estrategia fue alejarla de su Administración.
El 24 de noviembre de 2023, un día después de tomar posesión, el mandatario le asignó como única tarea “colaborar” en nombre de Ecuador “por la paz para evitar el escalamiento del conflicto entre Israel y Palestina”; y el 4 de diciembre emitió un nuevo decreto en que la nombró “embajadora extraordinaria y plenipotenciaria” en ese país.
Este aislamiento de Abad le cuesta al país cerca de 29.000 dólares mensuales, según revela Primicias, que explica que tras su nombramiento como embajadora, la vicepresidenta pasó de recibir un salario básico, a tener un sueldo adicional, compensación por costo de vida, y un subsidio familiar para la educación de los hijos menores de edad, aunque este último no lo cobra.
Previamente, para cumplir con la orden de Noboa, el Gobierno hizo algunos ajustes. Mediante un acuerdo ministerial se estableció la figura de vicepresidente que se desempeña como embajador en el Servicio Exterior y se reformaron las escalas remunerativas.
Así, en el caso de Abad, que como vicepresidenta recibe un salario básico de 4.800 dólares, al sumarle los adicionales por costo de vida y los décimos (beneficios que se dan en Ecuador como bonos) percibe 17.950,71 dólares.
A esa cifra se le agregan otros 11.000 dólares por concepto de residencia, lo que eleva la cifra a 28.950,71 dólares cada mes.
Aparte, a Abad se le habrían asignado 34.089,50 dólares como gastos de traslados, por una sola vez, cuando viajó en diciembre de 2023 para asumir el cargo en Israel.
Está en Turquía
Actualmente, la vicepresidenta y embajadora se encuentra en Ankara, Turquía, a donde se trasladó esta semana en cumplimiento del Decreto Ejecutivo 353 de Noboa, emitido a principios de agosto, mediante el cual ordenó esa movilización, con carácter temporal y manteniendo sus funciones, como medida de seguridad ante la escalada de las tensiones en Oriente Medio.
Recientemente, Abad indicó que ese traslado tuvo como intención “silenciarla” para no “interferir en la campaña política” del presidente Noboa, quien buscará la reelección en los comicios previstos para el 9 de febrero de 2025.
“La intención final es silenciarme. El Gobierno busca acallarme una vez más para que no interfiera en su campaña política, en la que evidentemente ya está inmerso. Mi traslado a Turquía no ha sido debidamente preparado. Hemos estado en diversas mesas de trabajo donde se han cometido atropellos administrativos que vuelven a afectar a mi familia”, aseguró.
Explicó, además, que se le planteó que dejase a sus hijos en Israel y que viajase sola a Turquía. “No es cierto que el traslado sea por razones de seguridad. El Gobierno y la canciller mienten. El equipo diplomático, por ejemplo, ha decidido quedarse en Israel, mientras que yo tengo que irme sola”, agregó.