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La dureza de las preguntas y la actitud del magistrado a una presunta víctima de agresión sexual han levantado fuerte polémica.
El interrogatorio que el juez Adolfo Carretero realizó a la actriz Elisa Mouliaá en la instrucción del caso por la denuncia contra el exportavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, ha levantado la indignación en gran parte de la ciudadanía española.
El tono, las palabras y la agresividad adoptada por el juez durante la comparecencia han puesto sobre la mesa una realidad ampliamente denunciada: la revictimización en los juzgados.
Esta realidad afecta especialmente a las mujeres que se atreven de dar el paso de denunciar violencias sexuales y el machismo estructural que todavía permanece en gran parte de la judicatura española.
“Motivo espurio”
La semana pasada, el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid tomó declaración de denunciante y del denunciado. Los vídeos de esas dos comparecencias se han filtrado a los medios durante los últimos días, lo que provocó un tsunami de reacciones, con el foco puesto en la actuación del magistrado.
Carretero hizo preguntas con un claro sesgo machista, interrumpió constantemente a la denunciante, le metió prisa para terminar sus respuestas y tuvo un comportamiento calificado, casi unánimemente, de agresivo.
🗣️ El juez pregunta a Elisa Mouliaá si sabe “para qué se sacó el miembro viril” Errejón durante el encuentro por el que ella le ha denunciado por agresión sexual pic.twitter.com/LXX55xxzmv
— El Periódico de España (@ElPeriodico_Esp) January 20, 2025
“¿Por qué tardó tres años en denunciarlos hecho?”, “¿No sería que usted quería algo con él?”, “Pero vamos a ver, usted es una persona acostumbrada a tratar con el público, su profesión es actriz, ¿no es capaz de decir a este señor que esas condiciones no son aceptables?”, “¿Cuánto tiempo estuvo chupándole las tetas?”, fueron algunas de las cuestionadas intervenciones del juez.
Sin embargo, el tono empleado por Carretero durante la declaración de Errejón fue muy diferente, dejando hablar al querellado y apuntalando sus afirmaciones con un “sí, sí” final.
Contrario a las agresivas preguntas que formuló a la víctima para poner en duda su testimonio, el juez llegó a sugerirle a Errejón el siguiente cuestionamiento: “¿Por qué cree que le denuncia [Mouliaá]? ¿Cree que hay algún motivo espurio?”.
Estereotipos sobre las víctimas
El polémico interrogatorio deja entrever los cuestionamientos que sufren las víctimas de violencia de género o violencia sexual. Así, se pone en duda el momento en el que deben interponer la denuncia o los comportamientos que tuvieron antes y después de la agresión.
Una de las primeras personas en mostrar en público sus críticas a esta actuación judicial fue la ministra de Igualdad, Ana Redondo: “Este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia y de la protección. El juez debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima”, escribió en su cuenta de X.
Entre los estereotipos se encuentra el de que las mujeres denuncian por despecho, cuando no se les hace caso o por venganza. Además, en este caso, se pone el foco en si la víctima se resistió lo suficiente, en vez de apuntar al consentimiento, como estipula la ley del ‘solo sí es sí’.
Cascada de críticas
Las críticas han llegado desde casi todos los ámbitos. “No sé lo que ocurrió entre Mouliaá y Errejón, pero en las declaraciones del juicio quedó claro quién fue el acosador. El juez, sin duda alguna”, espetó el conocido presentador y cómico Pedro Ruiz.
También el juez Juaquim Bosch, portavoz de la Asociación Juezas y Jueces para la Democracia, ha hecho hincapié en las insuficiencias de la formación en perspectiva de género del poder judicial.
🔴 @sandrasabates11 se acerca al pico de mesa para reflexionar sobre el tono, agresividad y falta de empatía del juez Adolfo Carretero en el interrogatorio a Elisa Mouliaá”Denunciar una agresión sexual es un paso muy difícil. Los jueces deberían saber tratar con humanidad a las… pic.twitter.com/luW46MFh7s
— El Intermedio (@El_Intermedio) January 21, 2025
La jueza Vicky Rossell, exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, ha denunciado el trato recibido por Mouliaá: “Espero que no solo las feministas, también la abogacía, judicatura y fiscalía actúen ante las filtraciones, vulneración de derechos y grave maltrato institucional, incluidos gritos e interrupciones constantes a una denunciante de agresión sexual”, defendió.
Además, no solo el trato ofrecido por el magistrado está en el punto de mira, sino también la propia filtración de los videos de las declaraciones.
Solo 8 % denuncia
Como recordaban tanto Bosch como Rosell, apenas 8 % de las víctimas de violencia sexual da el paso de denunciar la agresión a las autoridades, según los datos de la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer elaborada por el Ministerio de Igualdad.
Los principales motivos aducidos es el miedo a no ser creídas, el cuestionamiento sobre sus propias vivencias y el sentimiento de vergüenza. Además, muchas atraviesan el proceso judicial como una revictimización.
Investigan al juez
En pleno escándalo por el polémico interrogatorio realizado por Carretero, se conoció que el Poder Judicial abrió una investigación en su contra tras recibir más de 900 quejas y denuncias por los dichos y preguntas del togado durante el testimonio de Mouliaá.
Según el medio local El Diario, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió una diligencia informativa a cargo de Ricardo Conde, para determinar la apertura de un expediente contra Carretero, lo que podría concluir en una sanción por sus acciones.
Por su parte, el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ “rechazo” la filtración de las declaraciones del caso y recordó la “especial protección” que la ley otorga al derecho a la intimidad de las víctimas de este tipo de delitos.