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Según el análisis de The Economist, la ciudad se encuentra bajo amenaza por los propios funcionarios ucranianos.
La ciudad de Odesa se encuentra bajo la persecución de las autoridades ucranianas que siguen la ley de “descolonización”, cuyo objetivo es erradicar todo lo que pueda recordar los vínculos de Ucrania con Rusia. Así se analiza lo que está pasando en Odesa en un artículo de The Economist publicado este jueves.
Tanto la libertad como la polifonía de Odesa se encuentran bajo “una amenaza sutil” que procede de los propios funcionarios ucranianos y de un pequeño, “pero agresivo y ruidoso” grupo de activistas que se han aprovechado de la ley de “descolonización” ratificada por el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, en la primavera de 2023. Dicha norma implica “la liquidación de los símbolos de la política imperial rusa para proteger el espacio cultural e informativo de Ucrania”.
Crisol de culturas
En consecuencia, la urbe, descrita por el medio como “un crisol cultural” y famosa, entre otros hechos históricos por la presencia del poeta ruso Alexánder Pushkin, ahora se ve amenazada, mientras que los monumentos dedicados al escritor han sido blanco de desmantelamientos.
Así, a principios de diciembre, el Ayuntamiento de Odesa apoyó unánimemente la eliminación de un monumento a Pushkin ubicado en una de sus calles principales. Se trata de una obra artística erigida en 1889 con fondos donados por los residentes de la ciudad, que fue declarada patrimonio de la Unesco y además se encuentra en una zona donde cualquier cambio debe ser aprobado por el organismo.
Asimismo, The Economist recuerda que a principios de 2023, mediante un procedimiento de emergencia, la Unesco reconoció el centro histórico de Odesa como un lugar de valor único, una “ciudad polifónica construida por arquitectos italianos, gobernada por súbditos franceses y españoles del Imperio ruso y hogar de representantes de unas 130 nacionalidades“.
“Odesa, ciudad libre, ciudad mundial, puerto legendario que ha dejado su huella en el cine, la literatura y las artes, queda así bajo la protección reforzada de la comunidad internacional”, expresó en aquel entonces la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
- El desmantelamiento de los monumentos relacionados con la cultura rusa o la época soviética, una práctica que se ha vuelto frecuente en Ucrania, empezó tras la introducción de la ley de descomunización. Tras el inicio de la operación militar especial de Moscú, la campaña contra todo lo ruso se recrudeció.
- No solamente la cultura rusa, sino que también el idioma ruso está en riesgo, ya que los funcionarios ucranianos son partidarios de su prohibición en todos los espacios públicos.