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Para la vicepresidenta venezolana, está en curso una confrontación “global” para frenar la estrategia de dominación imperialista desplegada por Washington.
En criterio de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, está surgiendo un “nuevo mundo” donde el bloque BRICS+ está jugando un rol estelar, y en el que Rusia está librando “una batalla simbólica […] contra el neofascismo”, al confrontar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a los EE.UU.
“Hay un nuevo mundo que emerge: los BRICS, los BRICS+. De allí la batalla simbólica que está dando Rusia contra el neofascismo –hay que decirlo con sus propias palabras–, contra la OTAN, contra los EE.UU.; es la guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia y contra China. Allá se libra también una batalla por la humanidad”, sostuvo la vicemandataria en el discurso que pronunció en el Congreso Mundial contra el Fascismo que se celebra esta jornada en Caracas.
Si bien la funcionaria resaltó el rol de Moscú en la lucha contra el fascismo, el neofascismo y otras formas semejantes, caracterizó estas acciones como una “batalla global” contra la estrategia que ha emprendido el imperialismo estadounidense para asegurar su supervivencia, en un mundo que se ha convertido en territorio de disputa.
“Y así encontramos en distintos espacios del planeta esta batalla que damos pueblos libres por la felicidad de la humanidad, pero diría también por la subsistencia de la especie humana, porque si el fascismo llegare a tomar todos los espacios de este planeta, no quedará un metro cuadrado donde podamos respirar. Pueden tener certeza de ello”, consideró.
A modo de contraste, Rodríguez aseveró que Europa está sumergida “en una crisis por su seguidismo” y “subordinación” a las políticas de Washington, conducta que ha transformado significativamente el tablero geopolítico en las últimas dos décadas y ha traído consigo la disminución de los estándares de vida en ese continente.
“Las contradicciones entre bloques interimperiales dejaron de serlo hace más de 20 años y se convirtieron ya no en contradicción sino en subordinación. Esa es la explicación de por qué los pueblos europeos están como están: menoscabados, socavados; precarizados sus derechos esenciales”, argumentó.