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Los resultados de una nueva investigación del planeta rojo podrían conducir a una revisión de los anteriores estudios marcianos.
El impacto de un asteroide en Marte hace más de tres mil millones de años pudo haber provocado un “megatsunami” que convirtió el paisaje del planeta en un desierto. Investigadores del Instituto de Ciencias Planetarias de Arizona (EE.UU.) han descubierto un cráter de 110 kilómetros de diámetro que, según especulan, pudo ser el lugar donde cayó el asteroide.
En un estudio, publicado este jueves en Scientific Reports, se explica que el cráter, bautizado como Pohl, está situado en una zona de erosión catastrófica por inundación que se descubrió por primera vez en 1976, cuando la sonda Viking 1 (V1L por sus siglas en inglés) de la NASA aterrizó en Marte. V1L encontró en el planeta rojo un paisaje diferente al esperado, ya que se vieron muchas rocas en la zona del aterrizaje.
Un equipo de científicos dirigido por Alexis Rodríguez, que también realizó el estudio actual, en su trabajo de 2016 explicó que las olas de tsunami podrían haber causado la erosión de la línea de costa de un antiguo océano marciano, dejando allí las rocas. Los investigadores decidieron verificar su hipótesis. Estudiando los mapas de Marte, los científicos descubrieron el cráter Pohl, situado a unos 900 kilómetros al noreste del lugar de aterrizaje del V1L y a unos 120 metros por debajo de lo que supuestamente había sido el nivel del mar, en Chryse Planitia.
Con el fin de determinar con precisión el lugar del impacto del asteroide y modelar las consecuencias de su colisión con el planeta, los científicos crearon dos escenarios. Las proyecciones mostraron que cráteres de dimensiones similares a los de Pohl pudieron ser causados por un asteroide de nueve kilómetros de diámetro que encontró una fuerte resistencia en el suelo, liberando 13 millones de megatones de energía TNT, o uno de tres kilómetros de diámetro que encontró una débil resistencia en el suelo, liberando 0,5 millones de megatones.
En ambos escenarios, la colisión generó un megatsunami con una ola de entre 250 y 500 metros de altura. Los científicos señalaron que los hallazgos del estudio “sugieren que las rocas y las sales del lugar de aterrizaje [del V1L] son de origen marino”, lo que indica que los resultados de anteriores investigaciones de Marte deben ser revisados.
Rodríguez, coautor del estudio, comentó los resultados de su trabajo y declaró que los científicos planean continuar su investigación sobre las características de Pohl para averiguar “cómo evolucionó la química del océano, su habitabilidad y un posible registro geológico que contenga pruebas de vida actual o extinta”.