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José Emilio Suárez Trashorras hizo el pedido argumentando el sufrimiento extremo que le supone la falta de tratamiento psicológico en prisión, donde ha pasado ya 20 años.
Uno de los condenados por los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en el que fallecieron 193 personas y más de 2.000 resultaron heridas, ha visto rechazada su solicitud de eutanasia, que fue presentada el pasado 1 de marzo.
Se trata del exminero José Emilio Suárez Trashorras, que actualmente tiene 47 años y que fue condenado a 34.175 años de prisión, de los que deberá cumplir al menos 40. Se le consideró cooperador necesario de la masacre por haber sido el facilitador de los explosivos con los que se llevaron a cabo los atentados.
Suárez Trashorras lleva en prisión 20 años, por el peor ataque terrorista acontecido en suelo español. Cumple su condena en el Centro Penitenciario de Asturias, al norte del país.
En su solicitud argumentó “falta de tratamiento médico y psicológico” en la cárcel, lo que le provoca “un sufrimiento insuperable“.
Sin embargo, la Comisión de Garantía y Evaluación del Principado de Asturias, compuesta por médicos y juristas, rechazó su petición, recoge la Voz de Galicia. Al examinar su caso, los expertos concluyeron que “existe posibilidad de intervención para aliviar la situación crítica actual” de Trashorras.
Así, el reo deberá recibir un tratamiento médico específico en prisión para mejorar su salud mental, que, por lo visto, se encuentra afectada por el tiempo que lleva de privación de libertad y porque hasta ahora se le han denegado todos los permisos penitenciarios que ha solicitado, incluido uno para asistir a una clínica psicológica.
La Ley Orgánica 3/2021, que regula la eutanasia y que entró en vigor en junio de 2021 establece unos requisitos muy concretos para poder acceder a esta prestación. Así, solo se puede conceder a personas mayores de edad que padezcan un sufrimiento intolerable a causa de una enfermedad en fase terminal o irreversible con limitaciones en su autonomía física.
El grupo de expertos determinó que Suárez Trashorras no cumple estos requisitos y que su enfermedad ni es ni terminal ni irreversible.
El hombre, que recientemente pidió perdón a las víctimas de los atentados, contó durante el juicio que en su juventud comenzó a frecuentar ambientes nocturnos y a consumir cocaína, lo que le llevó posteriormente a traficar primero con droga y después también con explosivos.