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Las pinturas muestran una actitud liberal de los pompeyanos hacia el sexo y las escenas subidas de tono que no eran considerados escandalosos en la antigua Roma.
Un grupo de arqueólogos ha descubierto en la antigua ciudad romana de Pompeya (Italia), en concreto en la Ínsula de los Amantes Castos, un ‘mini apartamento’ que data del año 79 d. C. decorado con una serie de frescos eróticos intactos, según la investigación del Parque Arqueológico de Pompeya.
El ‘mini departamento’ cuenta con espacios reducidos pero funcionales y elegantes. Entre sus frescos bien conservados destaca el encuentro sexual entre un sátiro con una ninfa desnuda en la cama y la representación de Fedra, con poca ropa cerca de su hijastro Hipólito, quien según la leyenda griega fue acusado de violación y castigado después de rechazar las insinuaciones de su madrastra enamorada.
La antigua construcción que fue sepultada por la erupción del volcán Vesubio hace dos milenios, ha sido bautizada como la Casa de Fedra, en honor a la reina mitológica de Atenas. Las pinturas muestran la actitud liberal de los pompeyanos hacia el sexo y las escenas subidas de tono que no se consideraban escandalosos para los romanos.
La calidad de decoración al estilo del siglo IV sorprendió a los expertos que la calificaron de “sumamente refinada”, a pesar de que la casa carece de atrio, un elemento que en aquella época demostraba estatus y servía como un estanque central para recoger agua de lluvia. “No tener un atrio empezaba a ser una opción y vemos que esa tendencia estaba surgiendo en Pompeya”, dijo a The Times el director del parque arqueológico, agregando que “muchos esclavos liberados y comerciantes de origen humilde estaban logrando un estatus social”.
La casa encontrada en una zona central de la antigua ciudad romana también albergaba un altar sagrado (larario) decorado con pintura vegetal y animal, una lámpara de cerámica con rastros de combustión, lo que indica que los pompeyanos dejaron sus ofrendas esperando la protección divina antes de la erupción y la ciudad quedara envuelta en cenizas.
El hallazgo de la Casa de Fedra aporta un hilo de testimonios silenciosos sobre la arquitectura y la historia de la sociedad romana de hace 2.000 años en Pompeya.
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