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Otros dos atentados fallidos pretendían afectar la producción y distribución de combustible.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, informó este lunes que han sido detenidas 11 personas relacionadas con el ataque perpetrado contra el Complejo Muscar, en el estado Monagas (oriente), considerado el “corazón de la distribución de gas” del país suramericano, que está bajo operación de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“Ya las responsabilidades se han determinado: 11 personas con responsabilidad en estos actos criminales han sido privadas de libertad y están bajo investigación. Hay un extranjero evadido, se fue del país el mismo día que realizó esta maniobra dolosa que causó la explosión en este corazón de distribución de gas del país”, refirió la alta funcionaria en declaraciones ofrecidas a la prensa.
La vicemandataria detalló que el evento se produjo a la eso de las 10:40 de la mañana (hora local) del pasado 11 de noviembre, donde “una maniobra dolosa de corrida de herramienta por parte de una empresa externa de PDVSA y con cómplices internos ya muy bien identificados, produjo una explosión a gran escala sobre esta infraestructura y estas instalaciones, que distribuyen el 80 % del gas en Venezuela“.
🔴 Delcy Rodríguez informó que se está investigando la explosión en el estado Nueva Esparta y señaló que 11 personas responsables de estos actos criminales han sido privadas de libertad y se encuentran bajo investigación.🗣 “Hay un extranjero que se fue del país el mismo día en… pic.twitter.com/ZBoareNymg
— 𝙋𝙤𝙡𝙞𝙖𝙣𝙖𝙡𝙞𝙩𝙞𝙘𝙖 (@polianalitica) November 18, 2024
El objetivo, explicó, sería afectar “la producción petrolera, la producción petroquímica y la producción de las empresas básicas (hierro, oro y aluminio)”, así como el servicio eléctrico en la región oriental de Venezuela.
Por otro lado, precisó que cinco trabajadores de PDVSA resultaron “lesionados” en el incidente, que derivó en cuantiosas pérdidas económicas directas e indirectas, tanto para el Estado como para los particulares.
“En el caso de PDVSA, petróleo y gas, el impacto ha sido de 157,8 millones de dólares; en la industria petroquímica, casi 56 millones de dólares; en la CVG, en las empresas básicas, casi 30 millones de dólares”, puntualizó, al tiempo que declaró que estas estimaciones no incluyen los perjuicios por “lucro cesante” que recayeron sobre comerciantes del nororiental estado de Nueva Esparta, donde el servicio eléctrico sufrió graves afectaciones.
Otros ataques
Rodríguez también aludió a dos atentados cometidos contra instalaciones petroleras el día 10 de noviembre. El primero se produjo aproximadamente a las 7:30 a. m. (hora local), cuando se lanzó una granada contra un muelle localizado en un campo de producción petrolera y gasífera del estado Zulia (occidente), de donde parten los barcos para abastecer a las refinerías ubicadas en el Complejo Refinador Paraguaná.
El ataque fue frenado “gracias a los mecanismos de seguridad que se tienen instalados” y el artefacto no detonó. Tenía como objetivo frenar la producción de combustible por medio de la interrupción de los suministros de crudo y gas.
En esa misma jornada, pero en horas de la tarde, se provocó un incendio “en una bomba que está en una unidad de coque que produce diésel” en un campo del Oriente operado por Petrocedeño, una filial de PDVSA.
“¿Qué pretendían? Dejar sin diésel al país. En el Occidente, dejar sin gasolina; en el Oriente, dejar sin diésel, en una época decembrina en la que además estamos en época de cosecha de rubros importantes para la seguridad alimentaria de Venezuela”, explicó.
En su decir, pese a los atentados, el país dispone de inventarios y las autoridades han podido hacerle frente a la contingencia, pues entienden que la industria petrolera local ha sido marcada por el Gobierno de EE.UU. como “objetivo geopolítico estratégico”, nación que estaría interesada en apoderarse de las “inmensas reservas de petróleo” y una “de las más grandes reservas de gas” que yacen en el subsuelo de la nación suramericana.