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“Venezuela ha estado bajo asedio constante del imperialismo y sus aliados que no tienen escrúpulos de ninguna naturaleza”, denunció el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello.
El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, informó este sábado de la detención de dos personas de origen estadounidense, así como de dos ciudadanos de origen español, vinculados a una operación que tenía por objetivo llevar a cabo un plan terrorista contra el país.
Uno de los detenidos es Wilber Joseph Castañeda, militar activo estadounidense, mientras que los dos españoles estarían “vinculados al Centro Nacional de Inteligencia (CNI)” de España, señaló Cabello en rueda de prensa.
Además, anunció el decomiso de un lote de más de 400 fusiles y pistolas, provenientes de EE.UU., armas que, supuestamente, iban a ser utilizadas en “acciones terroristas” promovidas por sectores políticos contra el país latinoamericano.
“Esta impresionante cantidad de armas es sólo una muestra de lo decomisado, de lo capturado, de lo recuperado en operaciones de inteligencia en nuestro país”, dijo Cabello, detallando que las armas fueron incautadas por organismos de seguridad del Estado en varios operativos realizados en diferentes lugares de la nación.
El ministro aseguró que, de acuerdo con las investigaciones, detrás de la operación estaría Iván Simonovis, exsecretario de Seguridad Ciudadana de Caracas, con la participación de “un grupo de mercenarios” cuyo propósito sería asesinar al presidente Nicolás Maduro y a otros dirigentes del Gobierno.
“Venezuela ha estado bajo asedio constante del imperialismo y de sus aliados, que no tienen escrúpulos de ninguna naturaleza”, denunció el ministro, que exigió al Gobierno estadounidense “que aclare el uso de sus organismos y de su territorio para traficar armas para derrocar un Gobierno democrático electo por su pueblo”.
Cabello informó también que entre los detenidos hay personas a quienes se les encontró en su casa entre 10 y 12 fusiles, que, supuestamente, llegaron en diferentes encomiendas “aparentemente legales” y que en el país eran recibidos por “grupos ligados a la ultraderecha”.
Además, anunció la captura de varias personas que pretendían “lanzar granadas y explosivos en la Embajada de Argentina“, donde se encuentran refugiados “terroristas delincuentes de la oposición” y generar un ataque para culpar al Gobierno venezolano.