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En julio de 2020, un juez revisó una nueva evidencia del caso y aprobó un pedido para un nuevo juicio, momento en el que un hombre inocente que estaba pagando por el asesinato pudo salir de la cárcel.
A principios de este mes de diciembre, casi 40 años después de los asesinatos a una pareja afroamericana en una iglesia de EE.UU., la Oficina de Investigación del estado de Georgia detuvo al presunto autor de las muertes, un crimen por el que otro hombre que no lo cometió pasó 20 años preso, informa The New York Times.
Erik Kristensen Sparre, de 61 años, ha sido acusado de dos cargos de asesinato y dos asaltos agravados, según un comunicado de la Policía.
El doble homicidio ocurrió el 11 de marzo de 1985 dentro de una iglesia baptista en el condado de Camden (Georgia), donde un hombre blanco ingresó y atacó a tiros a Harold y Thelma Swain. El caso permaneció sin resolver hasta el año 2000, cuando una nueva pesquisa se centró en Dennis Perry, un vecino del estado de Georgia que brevemente ya había sido considerado sospechoso. Finalmente fue detenido ese mismo año.
En 2003 condenaron a Perry por los asesinatos en gran parte porque una mujer testificó que lo había oído decir que iba a matar a Harold Swain. Fundamentalmente, los abogados del acusado dijeron que el jurado que lo condenó por dos cargos de homicidio no fue informado de que la mujer había recibido 12.000 dólares de recompensa. El caso fue objeto de escrutinio a lo largo de los años, ya que los defensores se preguntaban si había pruebas suficientes para condenarlo. Algunos mechones de cabello pegados a unas gafas que quedaron en el lugar del crimen no coincidían con el ADN de Perry.
Pero el caso no se reabrió hasta mayo de 2020. Una investigación periodística encontró un vínculo entre el material genético hallado en la escena del crimen y Erik Sparre, otro sospechoso descartado en su momento por los agentes a raíz de una coartada dudosa que no fue corroborada apropiadamente en su momento. Los investigadores obtuvieron una muestra de pelo de la madre de Sparre para ver si estaba emparentada con la persona cuyo ADN quedó en la escena del crimen. La prueba coincidió. En julio de 2020, un juez revisó la nueva evidencia y aprobó un pedido para un nuevo juicio, momento en el que Perry salió de prisión.
En 2021 Dennis Perry fue exonerado. “Nunca perdí la esperanza”, dijo. “Siempre he sido inocente, y eso es lo que he intentado decirles. La gente no quiere escuchar”, añadió.
Por su parte, la investigación del caso se encuentra nuevamente abierta. Se ruega a quienes dispongan de más información que se pongan en contacto con la Oficina de Investigación de Georgia.
