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Trump declaró en varias ocasiones que el país escandinavo debería renunciar a la isla en favor de Washington para garantizar la protección del “mundo libre”.
Groenlandia podría lograr su independencia de Dinamarca si sus residentes lo desean, pero es poco probable que se convierta en un territorio de Estados Unidos. Así lo afirmó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, en respuesta a las declaraciones anteriores del presidente electo estadounidense, Donald Trump, en las que no descartó el uso de la fuerza para apoderarse de la isla gobernada por el reino escandinavo.
“Reconocemos plenamente que Groenlandia tiene sus propias ambiciones. Si se materializan, Groenlandia se convertirá en [una nación] independiente, aunque no con la ambición de convertirse en un estado federal de Estados Unidos”, aseveró el diplomático danés en una conferencia de prensa, citada por Reuters.
“Abiertos al diálogo”
El líder republicano declaró esta semana que Copenhague debería renunciar a la isla del Ártico en favor de Washington para garantizar la protección del “mundo libre”, agregando que su control es una “necesidad absoluta” para los intereses de su país en la región.
Al respecto, Lokke Rasmussen manifestó que las preocupaciones de seguridad estadounidenses eran legítimas, y que su país está abierto al diálogo. “Estamos abiertos a dialogar con los estadounidenses sobre cómo podemos cooperar aún más estrechamente para garantizar que se cumplan las ambiciones estadounidenses”, expresó. “No creo que estemos en una crisis de política exterior“, concluyó.
La isla, en su mayoría cubierta de hielo y de apenas 57.000 habitantes, ha sido parte de Dinamarca durante más de 600 años. Fue colonia danesa hasta 1953, pero actualmente es uno de los tres territorios constitutivo del país (junto con la propia Dinamarca y las islas Feroe) y en el 2009 logró el derecho a reclamar la independencia mediante votación. En el 2023, el Gobierno de Groenlandia presentó su primer proyecto de Constitución.
Tensión en la Unión Europea
Si bien Dinamarca trató de minimizar la tensión generada por Trump, otros países de la Unión Europea reaccionaron con otro tono. “Está fuera de lugar que la Unión Europea permita que otros países ataquen sus fronteras soberanas, sean quienes sean”, manifestó el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot.
Por su parte, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, también criticó las declaraciones de Trump. “El principio de la inviolabilidad de las fronteras se aplica a todos los países, independientemente de que se encuentren al este o al oeste de nosotros”, dijo, destacando que “las fronteras no deben ser movidas por la fuerza”.
