Dos tercios de los tanques Abrams suministrados por Estados Unidos a Ucrania han sido destruidos durante la guerra, declara un responsable ruso.
El representante permanente adjunto de Rusia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Maxim Buyakevich, dijo este jueves que dos tercios de los carros de combate Abrams entregados por EE.UU. a Ucrania están destruidos o inutilizados como consecuencia de los ataques rusos.
Se cree que al menos 20 de los 31 tanques Abrams han sido destruidos desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022.
Buyakevich expresó su satisfacción por el hecho de que los equipos militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estén ardiendo con armas rusas.
En octubre pasado, Estados Unidos proporcionó a Ucrania 31 tanques Abrams, cada uno valorado en 10 millones de dólares, para luchar contra Rusia. Sin embargo, a principios de septiembre, oficiales militares ucranianos ya habían advertido de que era poco probable que esos los tanques estadounidenses de 70 toneladas sobrevivieran mucho tiempo en el campo de batalla.
Las tripulaciones ucranianas que operan los tanques Abrams, suministrados por Estados Unidos, informaron el pasado mes de mayo a la cadena estadounidense de noticias CNN de una serie de puntos débiles y defectos de los blindados, que ponen en duda su utilidad en los cambiantes frentes de guerra.
Cuando el presidente de EE.UU., Joe Biden, informó del envío de Abrams a Kiev como prueba del “compromiso duradero e inquebrantable de Estados Unidos con Ucrania”, Rusia advirtió de que no solo destruiría esos tanques, sino todos equipos militares de la Alianza Atlántica.
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