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Washington también rechazó la propuesta de Canadá de crear un grupo de trabajo para luchar contra la llamada flota en la sombra de Rusia, indicaron fuentes a Bloomberg.
Washington está insistiendo en que se suavice el lenguaje contra Moscú en una declaración conjunta sobre cuestiones marítimas de los países del G7 que se presentará la próxima semana en el marco de una cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del grupo, informa Bloomberg, citando a fuentes anónimas familiarizadas con el asunto. Canadá, que ostenta este año la presidencia rotatoria del G7, acogerá la reunión en Charlevoix, en la provincia de Quebec.
En particular, Washington presionó para eliminar la palabra “sanciones”, así como la redacción que cita la “capacidad de Rusia para mantener su guerra” en Ucrania sustituyéndola por “obtener ingresos”, según reza el borrador de la nota, obtenido por el medio.
Además, EE.UU. rechazó una propuesta canadiense para crear un grupo de trabajo que se ocuparía de vigilar el incumplimiento de las sanciones occidentales en torno a la llamada flota de petroleros rusos en la sombra, mientras la Administración de Donald Trump reevalúa sus posiciones en las organizaciones multilaterales, detallaron los interlocutores.
Reforzar el lenguaje contra China

Por otra parte, se indica que el país norteamericano está presionando para reforzar el lenguaje en relación con Pekín. En la redacción relativa a la seguridad marítima, insistió en nombrar directamente a China, incluso haciendo referencia al riesgo para “vidas y medios de subsistencia” causado por sus maniobras para “hacer valer reivindicaciones marítimas ilegales”, sus maniobras aéreas y, concretamente, el mar de la China Meridional.
Asimismo, EE.UU. se opuso a las referencias a la sostenibilidad marítima, así como a la idea de crear un observatorio marítimo que rastree los cambios en las fronteras, apuntaron las fuentes. Los diplomáticos estadounidenses comunicaron a sus homólogos que la medida se debe a que Washington ha reevaluado su posición en las organizaciones multilaterales, por lo que no puede sumarse a nuevas iniciativas.
- No es la primera vez que Washington no apoya las declaraciones de sus aliados tradicionales tras la vuelta de Trump a la Casa Blanca en enero pasado. Así, el 24 de febrero, EE.UU. votó en contra de una resolución preparada por Ucrania y varios países occidentales y respaldada por la Asamblea General de la ONU que exigía la retirada de fuerzas rusas. Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un proyecto de resolución estadounidense sobre el conflicto ucraniano que estaba escrito en tono neutral e instaba a poner fin a las hostilidades a favor de una paz duradera entre Ucrania y Rusia.