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El experimento planeado es subcrítico y no es una prueba nuclear con reacción en cadena, que ni Estados Unidos ni Rusia han realizado desde los años 90.
Estados Unidos planea realizar esta primavera una prueba subcrítica de plutonio apto para armas, informó el portal de National Public Radio (NPR) de Estados Unidos, después de que sus periodistas visitaran en Nevada la instalación conocida como Laboratorio Principal Subterráneo de Experimentos Subcríticos (PULSE, según sus siglas en inglés).
El objetivo de este tipo de prueba, que no vienen acompañada de una explosión nuclear a gran escala, pues no se utiliza suficiente material fisible para generar una reacción nuclear autosostenida, es evaluar si el plutonio ha sufrido degradación a lo largo del tiempo.
Gran parte del plutonio, que constituye el núcleo de las municiones nucleares de Estados Unidos, se fabricó hace décadas y está envejeciendo. “En este momento, las muestras de plutonio más antiguas tienen unos 80 años“, comentó Ivan Otero, un experto en armas nucleares del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. A medida que el plutonio envejece, se desintegra radiactivamente, liberando átomos de helio. Esos átomos pueden formar burbujas y dañar la estructura del metal del plutonio.
“Necesitamos saber si las burbujas de helio o el daño a la estructura [cristalina] tienen un impacto significativo en la respuesta del material”, explicó.
Desde que Estados Unidos realizó su última prueba nuclear a gran escala en 1992, los científicos del país sólo han realizado experimentos subcríticos, que simulan las condiciones dentro de un arma nuclear sin desencadenar una reacción nuclear.
Estados Unidos realiza periódicamente este tipo de experimentos nucleares subcríticos. El año pasado, Robert O’Brien, ex asesor de seguridad nacional del nuevo presidente estadounidense Donald Trump, sugirió en Foreign Affairs que Estados Unidos debería reanudar las pruebas nucleares subterráneas en el desierto de Nevada.
Pero en noviembre, la ahora exjefa de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), Jill Hruby, señaló que no había necesidad de reanudarlas.
Por su parte, Rusia realizó su última prueba nuclear en 1990, un año antes de la caída de la URSS.