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Varios buques con gas natural licuado estadounidense fueron redirigidos hacia Europa para cubrir la escasez de este recurso energético, cuyo preció alcanzó su máximo de más de un año.
Varios petroleros que transportan gas natural licuado (GNL) estadounidense han cambiado bruscamente de ruta, y se han dirigido a Europa para aprovechar los altos precios de este recurso energético y su escasez en la región, tras la decisión del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, de cortar el tránsito de gas ruso a través de Ucrania, informa Financial Times.
La empresa de datos sobre materias primas ICIS indicó que este enero al menos siete cargamentos de GNL procedentes de EE.UU. y con destino a Asia, África y Colombia cambiaron bruscamente sus rutas hacia Europa. “Es inusual ver tantos cambios de rumbo y tantos giros obvios”, aseveró Alex Froley, analista del mercado de GNL en ICIS. La empresa reportó que dos de los cargamentos desviados se dirigieron a Turquía, donde el GNL fue convertido en gas y suministrado por la tubería hacia Europa del Este, la más afectada por el corte de suministro de gas ruso.
La decisión de cambiar drásticamente el rumbo de los buques se produjo en un contexto de subida de los precios del gas, cuyos futuros alcanzaron los 50 euros por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu) (más de 52 dólares), el nivel más alto desde octubre del 2023. En medio de la subida de precios, las empresas energéticas estadounidenses han decidido obtener más beneficios enviando gas a Europa en lugar de a Asia, donde la demanda es menor y los precios son más bajos. Según la empresa de datos Spark Commodities, este mes el envío a Europa en vez de Asia supondría unos beneficios de hasta 5,3 millones de dólares más por cargamento.
Mientras tanto, de acuerdo con Gas Infrastructure Europe, las instalaciones europeas de almacenamiento de gas estaban llenas al 59 % a principios de semana, un 15 % menos que en el mismo periodo del año pasado. La región depende cada vez más del suministro de GNL, cuyo mayor exportador es EE.UU., especialmente desde que Ucrania cortó el tránsito de gas ruso a principios de enero, uno de los meses más fríos del año.