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Según The WSJ, el conflicto ucraniano y los acontecimientos en Oriente Medio están agotando gradualmente los arsenales estadounidenses, y la capacidad de producción de municiones de EE.UU. está muy por debajo de la demanda.
La elevada demanda creada por las crisis en Oriente Medio y Ucrania ha hecho que EE.UU. esté agotando algunos tipos de misiles de defensa antiaérea, lo que genera una creciente preocupación en el Pentágono por la capacidad de Washington para responder a posibles conflictos, informa The Wall Street Journal.
De acuerdo con funcionarios estadounidenses citados por el medio, los acontecimientos en Oriente Medio están agotando gradualmente los arsenales estadounidenses, ya que EE.UU. está utilizando activamente sus misiles interceptores para defender a Israel de los ataques iraníes y para contrarrestar las acciones de los hutíes contra barcos occidentales en el mar Rojo.
Por ello, existe una creciente preocupación en el Pentágono de que este uso intensivo de reservas limitadas de misiles interceptores que no pueden reemplazarse rápidamente debilite la capacidad de Washington para seguir apoyando militarmente a Ucrania e Israel, y deje al propio EE.UU. vulnerable en un posible conflicto en el Pacífico.
The WSJ señala que, aunque EE.UU. ha acumulado cierto arsenal de interceptores en los últimos años, se han estado lanzando decenas de misiles cada mes desde que comenzó la escalada en Oriente Medio. Además, la Armada estadounidense, que opera en la región, suele lanzar dos interceptores por cada misil atacante para garantizar que se alcanza el objetivo.
Así, resulta que la capacidad de producción de EE.UU. está muy por debajo de la demanda, y es difícil aumentar la producción, ya que requiere que las empresas abran nuevas líneas de producción, amplíen sus instalaciones y contraten a más trabajadores. Por ejemplo, RTX, fabricante de los misiles Standard, que se utilizan en la región, puede fabricar como máximo unos cientos al año, pero esa producción no es solo para los arsenales estadounidenses, ya que al menos 14 aliados de Washington también los compran.
Además, un solo misil Standart puede costar millones de dólares, siendo una forma cara de defenderse contra las armas de fabricación iraní o hutí, que cuestan mucho menos. “Son municiones realmente caras para derribar objetivos hutíes de mierda. Y cada una que se utiliza tarda meses en ser reemplazada, y a un coste muy, muy alto”, dijo un funcionario del Congreso de estadounidense.