Estados Unidos (EE.UU.) y Reino Unido llevaron a cabo este jueves una cuarta ronda de ataques contra objetivos en varias ciudades de Yemen en menos de una semana, en medio del aumento de las operaciones contra buques que atraviesan el mar Rojo, de acuerdo con el Mando Central del país norteamericano (Centcom).
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Los ataques del Centcom impactaron contra 14 misiles de los hutíes que ya estaban preparados para el lanzamiento y “presentaban una amenaza inminente para los buques comerciales y las naves de la Armada de EE.UU. en la región”, indicó la fuente.
“Podrían haber sido disparados en cualquier momento, impulsando a las fuerzas estadounidenses a ejercer su derecho y obligación inherente de defenderse”, argumentó el Centcom.
Además, concluyó que sus ataques, junto a otras acciones, “degradarán las capacidades de los hutíes para continuar sus ataques imprudentes contra el transporte marítimo internacional y comercial en el mar Rojo, el estrecho de Bab el Mandeb y el golfo de Adén”.
Este miércoles los hutíes dispararon contra un buque comercial operado por EE.UU. frente a las costas de Yemen, provocando daños materiales, pero sin dejar heridos entre la tripulación.
Los bombardeos contra los blancos militares hutíes, tuvieron lugar horas después de que Washington designara al grupo rebelde yemení como una organización terrorista.
Las sanciones que vienen con esta designación tienen como objetivo separar a los grupos incluidos de sus fuentes de financiación.
El incremento de los ataques hutíes contra los cargueros y buques cisterna que navegan por los mares Rojo y Arábigo obligó a las navieras a suspender las operaciones en la zona, o a modificar las rutas, para evitar el paso por las cercanías de las costas yemeníes.
Una ruta más segura, en torno al cabo de Buena Esperanza, es más costosa y larga, al suponer miles de kilómetros adicionales en los trayectos entre Europa y Asia.
La semana pasada, EE.UU. y Reino Unido lanzaron varios ataques contra posiciones hutíes en Yemen. En la operación militar, Washington utilizó más de 100 municiones guiadas de precisión para bombardear más de 60 objetivos en 16 lugares distintos del país.
Por su parte, los hutíes prometieron no dejar “sin respuesta ni castigo” los ataques, añadiendo que la ofensiva dejó cinco muertos y seis heridos.
