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Con su “retórica estrambótica” el presidente de EE.UU. “está camuflando su ambición de lograr un cambio verdaderamente histórico”, opina el director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad MGIMO.
El primer mes del segundo mandato presidencial de Donald Trump está transcurriendo “exactamente como se esperaba: con ruido, emoción y un efecto guau“, escribió en un reciente artículo Maxim Suchkov, docente de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia (MGIMO).
“Todo esto podría parecer un ‘reality show’ si el actor principal no fuera el Estado que todavía establece el sistema de coordenadas de la política mundial y si el asunto no tuviera que ver precisamente con esas coordenadas”, observó en referencia a EE.UU.
El mundo desorientando
De acuerdo con Suchkov, las decisiones que adopta Trump “están desorientando absolutamente a todo el mundo”: tanto a los que se han acostumbrado a vivir ‘bajo el dictado’ de Washington, como a los que “se han acostumbrado a luchar contra EE.UU. en cada aspecto”.
“El propio Trump de verdad disfruta de lo que está sucediendo y está fortaleciendo su moral antes de las futuras batallas con los principales oponentes de EE.UU.: China, Rusia, Irán y, posiblemente, Corea del Norte”, opina el experto.
“Pero esta retórica estrambótica de Trump solo está camuflando su ambición de lograr un cambio verdaderamente histórico”, sostiene Suchkov, quien también desempaña como el director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad MGIMO.
El pragmatismo cínico de Trump
Suchkov recuerda que “a lo largo de cien años de participación activa en los asuntos internacionales, EE.UU. hizo que el mundo se acostumbrara a que su política exterior se configure según dos líneas dialécticas: ‘intereses y valores’ y ‘continuidad y cambio'”.
No obstante, “el esbozo” de los nuevos principios de la Administración Trump “ya es visible” y consiste en que “el cambio es más importante que la continuidad” y “el pragmatismo cínico es el valor más alto“, opina Suchkov.
Aspirando por un ‘EE.UU. correcto’
El experto indica que, actualmente, en el país norteamericano “ha salido a la luz el hirviente conflicto interno” entre dos EE.UU.: un “EE.UU. defectuoso” de la antigua Administración y un “EE.UU. de los viejos tiempos”.
En estas condiciones, las contradicciones dentro del país se volvieron “tan complejas” que las instituciones que deberían gestionarlas son incapaces de hacerlo y “surgieron temores sobre la inevitabilidad de una nueva ‘guerra civil’“.
Ante esta situación, Trump tiene que “librar esta guerra en dos frentes”: en casa está dirigida contra los creadores de un ‘EE.UU. defectuoso’, mientras que en el exterior es contra el mundo creado por este ‘EE.UU. defectuoso’, indicó Suchkov.
La intriga principal para el resto del mundo consiste en qué consecuencias tendría la victoria de Trump en este conflicto que establecería el dominio de un ‘EE.UU. correcto’; y cuál sería su principal ‘producto de exportación’, cuestiona el experto.
