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En un documental que aborda la temática del abuso doméstico contó episodios que tuvo que atravesar cuando era niño.
El actor británico Patrick Stewart, de 84 años, formó parte de un documental para generar conciencia sobre el abuso doméstico y contó su experiencia de haber crecido con un padre violento. “Mi vida con mi madre y mi hermano era perfecta”, dijo, asegurando que todo cambió cuando su papá volvió a casa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Al participar del documental ‘Her Majesty The Queen: Behind Closed Doors’, impulsado por la reina consorte Camila para generar conciencia sobre la problemática, el actor habló sobre la “vergüenza” y la “humillación” de presenciar la violencia ejercida por su padre durante su niñez, señalando que cuando no estaba presente, la relación familiar era “maravillosa”. “Nos llevábamos bien. No había discusiones o gritos ni nada parecido”, relató. Sin embargo, todo cambió a sus seis años.
“Los gritos eran tan fuertes porque tenía una voz potente. Yo le gritaba a mi padre que se detuviera cuando golpeaba a mi madre y la golpeaba una y otra vez“, recordó Patrick. “Mi hermano y yo nos hicimos expertos en entender a dónde iba el grito, a qué iba a llevar y siempre sabíamos en qué momento iba a comenzar la violencia”, continuó.
Incluso, contó que su hermano llegó a interponerse para que su padre no agrediera a su madre, pero ella no quería que se involucraran y les decía que no tenían que protegerla.
Las situaciones de violencia en el hogar eran repetidas y hasta en una oportunidad una vecina entró a la vivienda y desafío al padre: “Nunca olvidaré a nuestra vecina de al lado que entró en la casa, abrió la puerta de golpe cuando mi padre estaba gritando y se le acercó, se arremangó, levantó los puños y dijo: ‘Vamos, Al Stewart, pruébalo conmigo. Pruébalo conmigo’. Y, por supuesto, no lo hizo. No la tocó. Se alejó”.
Pese a la sucesión de hechos de violencia, el actor manifestó que no entiende por qué su madre nunca dejó a su padre y reveló que “nunca le había dicho a nadie” sobre estas situaciones porque “era algo de lo que la gente nunca hablaba”. “Lo guardé todo para mí. Lo tenía encerrado dentro de mí, y sentía vergüenza”, concluyó.