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Sigue siendo una incógnita la identidad de la persona que, un día antes del asalto al Capitolio, colocó dos bombas de tubo frente a las oficinas de los comités nacionales republicano y demócrata.
A punto de cumplirse cuatro años del asalto al Capitolio de Estados Unidos, sigue sin resolverse uno de los misterios que rodearon aquellos acontecimientos. Las autoridades no han avanzado en sus esfuerzos por identificar a la persona que la víspera del ataque, el 5 de enero de 2021, colocó dos bombas de tubo al lado de las sedes del Comité Nacional Republicano y Comité Nacional Demócrata en Washington entre las 19:30 y 20:30 hora local.
A falta de pistas, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) ha hecho público un video que no había compartido hasta ahora, en un intento de esclarecer el caso. Las imágenes muestran al sospechoso, que lleva mascarilla facial, una sudadera gris con capucha y guantes negros, sentado en un banco cerca de la sede del Comité Nacional Demócrata, antes de colocar la primera bomba. También se ve cómo la coloca, aproximadamente a las 19:54 hora local.
El 6 de enero, la Policía del Capitolio encontró y desactivó los explosivos, compuestos de tubos galvanizados con rosca, temporizadores de cocina y pólvora negra de fabricación casera, antes de que pudieran detonar. Ahora el FBI ofrece una recompensa de hasta 500.000 dólares por cualquier información que conduzca al arresto y condena del delincuente.
A lo largo de estos años, el FBI ha estudiado más de 600 pistas, ha revisado alrededor de 39.000 videos y ha llevado a cabo más de 1.000 interrogatorios. Lo único que tiene claro es que el sujeto llevaba unas zapatillas deportivas Nike Air Max Speed Turf de color gris con un logotipo amarillo, modelo del que se vendieron menos de 25.000 pares entre agosto de 2018 y enero de 2021.
“Basándonos en el atuendo, estos son, probablemente, los rasgos más destacables o distintivos en lo que concierne a la ropa que llevaba el sospechoso”, comentó a AP David Sundberg, subdirector a cargo de la oficina de campo del FBI en Washington. “Esperamos que alguien pueda reconocer eso”, agregó, refiriéndose a las zapatillas.
Los agentes no saben si era un hombre o una mujer ni qué le llevó a actuar, como tampoco han determinado si la colocación de aquellas bombas estaba vinculada de alguna forma con el asalto al Capitolio que partidarios de Donald Trump llevaron a cabo al día siguiente. Sundberg puntualizó que el FBI “no puede trabajar sobre suposiciones” y que “sin poder confirmar la identidad del sospechoso, es muy difícil establecer definitivamente el motivo“.
“Por lo tanto, nos resultaría difícil afirmar que existe un vínculo [con el asalto al Capitolio], aunque no podemos afirmar que no lo haya”, resumió, reconociendo que el sospechoso “hizo un muy buen trabajo” al cubrir su cara con una mascarilla aprovechando la pandemia del covid-19, cuando esto no llamaba la atención.
