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El país caribeño registró una cifra histórica de inseguridad alimentaria. Casi la mitad de la población tiene problemas para comer y varias regiones del país están al borde de la hambruna.
Prácticamente la mitad de la población de Haití tiene problemas para alimentarse y varias regiones están al borde de la hambruna, en medio de la escalada de violencia de las pandillas y de la inestabilidad política en el país caribeño.
Según un informe de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), se registró una cifra histórica. El reporte da cuenta de que alrededor de 4,97 millones de personas, de una población de aproximadamente 11,5 millones, corren riesgo alimentario. Entre los afectados, el 33 % estaba en “fase de crisis”, mientras que el 17 % en “fase de emergencia”, el peor nivel antes de la inanición.
Al borde de la hambruna
El estudio destaca que ocho áreas estaban actualmente en la fase previa a la hambruna. En ellas se incluye el valle de Artibonite, el corazón agrícola de Haití, que ha sido gravemente afectado por las pandillas que se expanden desde la capital, Puerto Príncipe.
“Estas son las peores condiciones jamás registradas. El nivel de necesidad sobre el terreno es el más alto desde el terremoto de 2010“, afirmó Jean-Martin Bauer, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Haití.
Entre las causas, además de la violencia criminal, está la elevada inflación y las malas cosechas obtenidas debido a las precipitaciones por debajo de lo normal, así como la falta de ayuda humanitaria planificada.
En ese sentido se encontró que solo el 5% de los haitianos habían recibido ayuda alimentaria humanitaria. Al respecto, el PMA denunció que las operaciones estaban “lamentablemente insuficientemente financiadas“. “El aumento del hambre está alimentando la crisis de seguridad que está destrozando el país. Necesitamos medidas urgentes ahora; esperar a responder a gran escala no es una opción”, aseveró Bauer.
Escalada de violencia
En los últimos días, la Policía y las bandas mantienen duros enfrentamientos. El miércoles, las organizaciones criminales del país caribeño lanzaron nuevos ataques a comunidades, en otrora pacíficas, de los suburbios de la capital.
Haití declaró el estado de emergencia el 3 de marzo, después de que el peligroso líder criminal Jimmy ‘Barbecue’ Cherizier llamase a los grupos criminales a unirse y derrocar al primer ministro Ariel Henry, quien anunció días después su dimisión.
La ONU calcula que, solo durante esta reciente ola de violencia, decenas de personas han muerto y cerca de 17.000 han tenido que abandonar sus hogares en la capital para buscar cobijo en la parte sur del país.