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Más de una decena de personas vinculadas con este magnate tecnológico ocupan cargos dentro del Gobierno estadounidense.
El magnate tecnológico Peter Thiel, que utilizó su riqueza e influencia en Silicon Valley para ayudar a Donald Trump a ganar la presidencia de EE.UU., ejerce influencia en la Administración sin ejercer ningún cargo oficial, informó este viernes Bloomberg.
Según señala la agencia, más de una decena de personas cercanas al magnate estadounidense han sido incorporadas a la gestión republicana. Este grupo incluye “empleados actuales y anteriores de sus empresas, así como personas que han ayudado a administrar su fortuna o se han beneficiado de sus inversiones y donaciones caritativas”.
En total, se enumera a 15 individuos con vínculos con el cofundador de PayPal, Palantir Technologies y Founders Fund, Entre ellos, se destaca el propio vicepresidente J.D. Vance y el zar de la inteligencia artificial y las criptomonedas, David Sacks.
J.D. Vance habría trabajado en la compañía Mithril Capital de Thiel, recoge el medio. Además, el empresario actuó como “mentor” y patrocinador del político y lo ayudó a reconciliarse con Trump en 2021 cuando el entonces senador de Ohio era un crítico del líder republicano. Por su parte, Sacks, socio de Thiel desde hace mucho tiempo, también es fundador de PayPal.
Su relación con Musk
Por otra parte, cinco de los funcionarios relacionados con el magnate trabajan en el Departamento de Eficiencia Gubernamental conducido por Elon Musk. Bloomberg señala que su relación se remonta a los inicios de PayPal, cuando Musk fue brevemente su director ejecutivo. En tanto, Thiel es inversor en empresas como SpaceX, Neuralink y Boring Co., dirigidas por el magnate de origen sudafricano.
Además, varias empresas que cuentan con el respaldo de Thiel dependen de millonarios contratos gubernamentales y, desde la elección de Trump, sus acciones han aumentado. Por ejemplo, los activos de la firma de ‘software’ Palantir se han disparado más del 90%.
Si bien los vínculos entre la industria tecnológica y el Gobierno estadounidense siempre han existido, la situación actual “no tiene precedentes en la era moderna“, dijo Quinn Slobodian, profesor de historia internacional en la Universidad de Boston. “La ambición parece ir más allá de trabajar a distancia y beneficiarse de los contratos estatales”, agregó.
