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El portero de los galos criticó a sus compañeros la falta de actitud y el pobre desempeño en el encuentro por la Liga de Naciones de la UEFA.
La caída del seleccionado francés 1-3 contra Italia en su debut por la Liga de Naciones de la UEFA destapó las fuertes pugnas internas en el vestuario de Les Bleus, donde el liderazgo del capitán, Kylian Mbappé, está en tela de juicio.
Según pudo saber el portal deportivo L’Équipe, el portero galo Mike Maignan se mostró furioso con el pobre desempeño de algunos compañeros tras el encuentro. Puertas adentro del vestuario, el arquero se salió de control y les reprendió la falta de ganas y agresividad, que sí mostró por su parte el seleccionado italiano, recoge el medio.
Los testigos citados describieron al también portero del Milan como “decepcionado” y “molesto por ciertas actitudes” de algunos de sus compañeros. Tras el encendido discurso, la nota señala que “nadie se atrevió a hablar”, e incluso el líder Mbappé y el segundo capitán, Antoine Griezmann, estuvieron en silencio.
¿Piedras contra Mbappé?
Si bien no se señala explícitamente hacia quiénes estuvieron dirigidas las críticas, L’Équipe insinúo los posibles destinatarios. “Difícil no ver una piedra en el jardín de Mbappé“, escribió. “La actitud indolente del capitán de Les Bleus, tanto en el calentamiento como en la segunda mitad no pasó desapercibida internamente. Griezmann, nuevamente decepcionante, no mostró su habitual generosidad el viernes”, agregó.
Maignan posteriormente continuó criticando el desempeño del combinado francés en una rueda de prensa. “Está claro que lo estamos llevando mal, el grupo lo está llevando mal porque somos competidores, queremos ganar. Y después, lamentablemente, no lo hicimos”, declaró ante la prensa. No obstante, evitó referirse a los conflictos internos del equipo. “Lo que se dice en el vestuario queda entre nosotros“, aseveró.
Los galos se adelantaron en el marcador a los 14 segundos gracias a un gol de Bradley Barcola, el tanto más rápido en la historia de esa selección. No obstante, los italianos se recuperaron y terminaron imponiéndose 1-3 en el Parque de los Príncipes de París.