Una vez le mostraron al famoso diseñador de aviones soviético Andréi Túpolev un modelo de avión. “No, no volará”, respondió el ingeniero. “¿Por qué?”, le preguntaron. “El modelo es feo. Los aviones feos no vuelan”, contestó Túpolev.
Curiosamente, esta apreciación parece haber fallado en nuestros días en el caso de los tanques. En el intento por defenderse de los ataques con nuevos medios de destrucción, elegantes carros de combate de aspecto letal se están convirtiendo en feas ‘estructuras’ parecidas a un garaje móvil, provistas de varias capas de blindaje, equipos antidrones, rejillas, etc.
Así, el tanque ruso irónicamente apodado ‘zar-mangal’ (‘zar-parrilla’, en español) sobrevivió a más de 100 impactos de drones y misiles antitanques, señaló un empleado de Uralvagonzavod, el mayor fabricante ruso de blindados en un reportaje de la cadena militar Zvezdá.
Российский танк «Царь-мангал» пережил 100 ударов БПЛА и Javelin, сохранив экипаж pic.twitter.com/rFk7cqQ4nS
— Ученик Штирлица2 (@hd7PR5YZbN59013) September 10, 2024
“La tripulación de este tanque permaneció completamente intacta, ilesa, los muchachos continúan cumpliendo sus misiones de combate”, dijo el especialista.
Según él, la protección adicional de los vehículos blindados no solo salvó a la tripulación de los drones FPV ucranianos, sino que también la protegió de ataques con misiles antitanque Javelin, producidos por países occidentales.
Pela primeira vez, o Ministério da Defesa russo mostrou um dos tanques Tsar-Mangal.O veículo blindado T-80 do grupo Vostok foi equipado com proteção adicional completa contra drones FPV e minas magnéticas pic.twitter.com/zvZcMh7J9C
— Mauritânia 🇲🇷🇰🇵🇨🇳🇷🇺🇮🇷 (@Ag1899Aguiar) July 3, 2024
Evolución forzada
La operación militar especial rusa en Ucrania volvió a mostrar que la guerra es el catalizador más potente para el desarrollo de armas y equipos militares, así como también de las tácticas para su uso.
Soluciones que en apariencia deberían dominar el campo de batalla de repente resultan ineficaces, mientras que las que no se consideraban en absoluto inesperadamente comienzan a mostrar la máxima eficacia.
Antes del inicio de la operación militar especial, se creía que la principal amenaza para los vehículos blindados eran los sistemas de misiles guiados antitanques, en especial, los de tercera generación.
Para contrarrestar esa contingencia, los armeros de varios países desarrollaron sistemas de protección activa y blindaje reactivo, mientras que su ausencia era vista como un serio inconveniente para cualquier tanque moderno. La amenaza que representan los proyectiles subcalibrados también se consideraba relevante y, en consecuencia, se introdujo un mayor espesor en la protección frontal de los carros de combate.
Pero ¿qué pasa en la práctica?
Aunque los misiles guiados todavía causan dolores de cabeza a los tanquistas, el uso de municiones subcalibradas no representó serios problemas en el curso de las operaciones de combate.
En realidad, los principales enemigos de los vehículos blindados resultaron ser los pequeños drones cuadricópteros de plástico o los drones kamikaze FPV, que ahora abundan en el cielo sobre las primeras líneas del frente.
Al mismo tiempo, el costo de los drones FPV es de una magnitud muy inferior al de los misiles de generación anterior a los Javelin, llegando a ser incluso relativamente económicos, sin mencionar los valores que suponen los misiles portátiles guiados modernos.
Así, un vehículo blindado de combate valorado en millones de dólares suele ser destruido por un par de drones FPV que apenas cuestan unos miles de dólares.
La acción dio lugar a la reacción. Al principio, los blindados fueron revestidos de mallas y rejillas, apodadas popularmente ‘parrillas’, para anticipar los ataques masivos de drones FPV ucranianos. Sin embargo, aunque no brinden una protección cien por ciento segura contra los drones FPV, aumentan la probabilidad de que los vehículos blindados resistan, complicando el trabajo de los operadores de drones.
Con el tiempo, la cantidad de mallas y rejillas aumentó cada vez más hasta el punto en el que algunos vehículos de combate empezaron a parecerse a un gallinero móvil.
En algunas cubiertas colocadas por encima de los carros de combate se han incorporado unidades de blindaje reactivo, mientras que en otros casos se han instalado equipos de guerra electrónica. Sin embargo, ninguna de las dos soluciones es particularmente efectiva.
Precisamente la apoteosis de los refugios antidrones para vehículos blindados fue la aparición del llamado ‘zar-parrilla’, es decir, un tanque protegido casi completamente por coberturas de mallas y rejillas, pero también por una gran estructura colocada encima.
¿A qué conclusiones llegó la industria militar rusa?
Actualmente, a juzgar por los informes de los corresponsales de guerra y canales especializados de Telegram, la cantidad de drones FPV es tal que moverse por áreas descubiertas se hace casi imposible. En consecuencia, las unidades de primera línea no solo están desprovistas del apoyo de carros de combate, sino que a menudo no existe la posibilidad de rotar al personal, transportar municiones y evacuar a los heridos.
Si el ‘zar-parrilla’ permite garantizar estas acciones básicas incluso en condiciones de intensa exposición a los drones FPV, entonces como solución, además de tener derecho a existir, es de vital importancia.
En octubre del año pasado, se desarrolló una superestructura antidrones estandarizada en serie que se instala en la torreta de los tanques rusos, algo que los tanquistas locales hacían en sus talleres de reparación domésticos.
La megacorporación estatal de defensa rusa Rostec confirmó a RIA Novosti que se creó una cubierta en la fábrica para proteger la parte superior de los tanques T-72B3 y añadió que “esta solución simple, pero eficaz fue impulsada por la experiencia” de la operación militar en Ucrania.