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El magnate también confesó haber recibido amenazas de muerte por su trabajo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Elon Musk ha aclarado este miércoles su ultimátum de la semana pasada ante empleados federales, a quienes instó a que respondieran a un correo electrónico en el que se les pedía enumerar en cinco puntos qué hicieron durante su horario laboral. “Creo que el correo electrónico fue interpretado quizás como una revisión del rendimiento, pero, en realidad, era una revisión para comprobar el pulso“, explicó.
“¿Tienes pulso?”, preguntó, agregando que, si uno tiene pulso, es capaz de responder a un correo electrónico y, de hecho, “cualquiera puede lograrlo”. De esa manera, el Gobierno de EE.UU. busca llegar al fondo de la situación y detectar a los empleados que no muestran ‘signos vitales’ en el trabajo por el que se les paga, señaló.
“Creemos que hay un número de personas en la nómina del Gobierno que están muertas, razón por la que probablemente no puedan responder, y algunas personas que no son personas reales, sino individuos ficticios”, razonó Musk.


De ahí que, en la Administración de Donald Trump, surgieran dudas de si todos sus empleados federales son personas reales. “¿Están vivas? ¿Pueden escribir un correo electrónico?“, preguntó, calificando ese último requisito de “expectativa razonable” para un trabajador del sector público.
Musk también confesó haber recibido amenazas de muerte por su trabajo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). Defendiendo el trabajo del DOGE, recordó que su principal tarea es recortar el déficit federal, ya que actualmente EE.UU. gasta más en el servicio de la deuda que en defensa.
“Gastamos mucho en el Departamento de Defensa, pero estamos gastando más de un billón de dólares en intereses. Si esto sigue así, el país irá a la bancarrota de facto. No es una cosa opcional, es una cosa esencial. Es la razón por la que estoy aquí”, expresó el multimillonario.