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La familia de Emily Willis presentó una demanda en la que acusó al centro de negligencia profesional y prácticas comerciales fraudulentas.
La exestrella del cine para adultos Emily Willis ha quedado permanentemente discapacitada tras sufrir un ataque cardíaco que conllevó daño cerebral en un centro de rehabilitación de Malibú (EE.UU.), donde había ingresado para tratar su adicción a la ketamina, por lo que su familia está demandando a la institución, reportan medios.
Según la demanda presentada ante la Corte Superior de Los Ángeles, se acusa al centro de “abuso de un adulto independiente, negligencia profesional, negligencia y prácticas comerciales fraudulentas”.
En febrero de 2024, Willis, de 26 años, cuyo nombre real es Litzy Lara Banuelos, fue encontrada inconsciente en las instalaciones del centro, y no estaba claro cuánto tiempo había estado sin atención. Aunque mostraba signos de deterioro de salud en los días previos, incluida la dificultad para caminar y desorientación, el centro no tomó medidas adecuadas para que su condición mejorara.
En este contexto, su familia sostiene que el personal no le proporcionó “condiciones seguras” ni “atención adecuada” porque la calificaban como “adulta dependiente”, lo que va en contra de las políticas de admisión del centro.
26 horas después del colapso, Willis sufrió un ataque cardíaco, lo que la llevó a un estado vegetativo. La negligencia del personal dejó a Willis con “daño cerebral irreversible, incapacidad física y mental permanente, dolor y angustia emocional, entre otros daños”, reza la demanda. “Si el personal hubiera seguido los protocolos médicos adecuados, Emily habría tenido la oportunidad de recuperar el control de su vida”, afirmó el abogado James A. Morris, representante legal de la actriz.
Según los documentos legales, la exintérprete de cine para adultos había estado consumiendo entre cinco y seis gramos de ketamina diariamente durante un año antes de buscar tratamiento.