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El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado reacciones encontradas en toda Europa, donde los aliados tradicionales de Washington se están preparando para lidiar con una retórica audaz que promete dar prioridad a la política de “Estados Unidos primero”, al tiempo que ha envalentonado a algunas figuras clave de la oposición en varios países del viejo continente.
La UE tuvo un viaje lleno de baches la última vez que el líder republicano estuvo en la Casa Blanca, y muchos temen que su segundo ’round’ pueda ser mucho peor. Personajes destacados han expresado su preocupación por la posible erosión de la cooperación transatlántica.
Pánico en la OTAN
En un discurso dirigido a los militares franceses un día antes del regreso de Trump al poder, el presidente Emmanuel Macron pidió a Europa que “despierte” y gaste más en Defensa. El mandatario se refirió a los cambios previstos en la política exterior de Washington, especialmente en relación con la guerra en Ucrania, y dijo que esta es una “oportunidad para una llamada de atención estratégica europea”.
“¿Qué haremos mañana en Europa si nuestro aliado estadounidense retira sus buques de guerra del Mediterráneo? ¿Si envían sus aviones de combate del Atlántico al Pacífico?”, cuestionó.
Trump ha criticado varias veces a los países miembros de la OTAN por su insuficiente aporte en Defensa. A principios de enero, exigió que los socios europeos de la Alianza aumenten sus gastos en este ámbito hasta el 5 % de su PIB. “Todos pueden permitírselo, pero deberían estar al 5 %, no al 2 %”, sostuvo. “Tenemos una cosa llamada ‘océano’ entre nosotros, ¿verdad? ¿Por qué [EE.UU.] estamos metidos en [gastos de] miles y miles de millones de dólares más de dinero que Europa?”, cuestionó.
“Una nueva era de dura competencia”
Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con la llegada de Trump la UE acaba de entrar en una “nueva era de dura competencia geoestratégica” y debe determinar su estrategia para evitar “una carrera global hacia el abismo”, indicó este martes durante el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, Suiza.
“Aunque a algunos en Europa no les guste esta nueva realidad, estamos preparados para afrontarla. Nuestros valores no cambiarán. Pero para defender estos valores en este mundo cambiante, debemos cambiar nuestra forma de actuar y buscar oportunidades allí donde surjan”, afirmó.
Sus comentarios son en clara respuesta a la inmediata decisión de Trump de retirar a Washington del Acuerdo de París, que fue ratificado originalmente en la Conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el Clima en el 2015, además del impulso del republicano de cancelar todos los programas gubernamentales que promueven la inclusión, la igualdad y la diversidad racial y de género.
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, también calificó de “señal fatal para el mundo” que uno de los primeros actos oficiales de Trump como presidente fuera retirarse del Acuerdo. Habeck también advirtió a la UE de no depender excesivamente de la energía estadounidense e instó al bloque a mantenerse unido en estos momentos. “(Europa debe) encontrarse con la administración Trump con la mano tendida, pero no cortada”, dijo este martes en la cumbre energética Handelsblatt en Berlín.
Aumento de aranceles
En cuanto al comercio, está claro que Trump tomará medidas para ajustar la balanza de la forma que considere más beneficiosa para Washington, pues actualmente la UE vende mucho más a EE.UU. de lo que importa del bloque. En enero del 2022, el superávit comercial era de 15.400 millones de euros (16.000 millones de dólares).
Ante esto, Trump promete que impondrá aranceles generales a todas las importaciones extranjeras de entre el 10 % y el 20 %, con tasas aún más altas para determinados productos, como los automóviles.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, afirma que la UE está “preparada” para defender sus intereses. “Si es necesario defender los intereses económicos de Europa, estamos preparados para hacerlo”, indicó este lunes, al ser preguntado por la amenaza de Trump.
“Una nueva forma del mundo”
Algunos, como el ministro delegado de Francia para el comercio exterior y los franceses en el extranjero, Laurent Saint-Martin, creen la victoria electoral de Trump como una “oportunidad real” para Europa.
“Ahora creo que es el momento de estar más unidos en industria y comercio”, afirmó. “Pero no hay que ser ingenuos, probablemente haya una nueva forma del mundo y de los sistemas comerciales para mañana, así que tenemos que estar preparados para cambiar, pero ante todo tenemos que estar unidos”, prosiguió.
En la misma línea, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, afirma que el hecho de que Trump quiera mantener la posición de EEUU como superpotencia es “un consuelo”. “Para eso, necesita aliados, y creo que esos aliados vienen de Europa”, dijo. “Así que, si se me permite simplificar un poco, aunque sea ‘EE.UU. primero’, quizá debería ser Europa segundo, lo que está bastante bien’, añadió.
La derecha europea
A pesar de la preocupación generalizada, la presidencia de Trump ha encontrado aliados entre algunos mandatarios europeos, como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la única líder de la UE en la toma de posesión.
Con Trump en el poder y las fracciones conservadoras en el Parlamento Europeo, “hasta el sol brillará diferente en Bruselas”, declaró Orbán en un discurso en Budapest.
Otros líderes de la extrema derecha europea habrían sido invitados a la investidura de Trump, según recoge el European Policy Centre. En la lista figuran políticos como Santiago Abascal (Vox, España), Nigel Farage (Reform UK, Reino Unido), Mateusz Morawiecki y Dominik Tarczynski (Ley y Justicia, Polonia) y Alice Weidel (AfD, Alternativa para Alemania).