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Ya han anunciado varias querellas contra el magistrado por revelación de secretos y se solicita la intervención del Consejo General del Poder Judicial.
José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional de España, el órgano judicial encargado de encausar los delitos de terrorismo y corrupción, cruzó cientos de mensajes de Whatsapp con el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, mientras éste estaba siendo investigado en el ‘caso Kitchen’ por ese mismo tribunal.
Según los mensajes desvelados, Navarro le informaba sobre el desarrollo de la investigación, que se encontraba bajo secreto de sumario, y accedió a proporcionarle un auto judicial secreto para preparar su defensa o incluso a trasladarle el contenido de interrogatorios secretos.
La versión de José Ramón Navarro, en declaraciones a la Cadena Ser, es la de que se limitó a darle “largas” a una persona que le parecía “desvalida”.
La noticia trascendió después de que el juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional levantara el secreto a miles de mensajes del exsecretario de Seguridad en el marco de la investigación por la que la Fiscalía Anticorrupción pide para él 15 años de cárcel y 33 años de inhabilitación por los delitos de malversación, encubrimiento y delitos contra la intimidad.
Los hechos juzgados se habrían producido en el marco de la Operación Kitchen, puesta en marcha por la cúpula del Ministerio del Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy, con la colaboración de altos cargos policiales, para destruir pruebas comprometedoras en otros procesos judiciales contra el Partido Popular y altos cargos de la formación política conservadora.
Los Whatsapps de Interior demuestran que la Audiencia Nacional “se lo afina al PP”. Es intolerable.Presentaremos una denuncia o querella por revelación de secretos.El CGPJ debe expedientar al Presidente de la Audiencia Nacional y él dimitir. pic.twitter.com/a0yWChkmGL
— Jaume Asens (@Jaumeasens) March 3, 2023
Entre esos mensajes figuran las conversaciones mantenidas entre Martínez y Navarro entre el 14 de febrero de 2019 y el 23 de enero de 2020, de las que se desprende que el presidente del órgano jurisdiccional que investigaba y que acabó imputando a Martínez era una de las personas que le asesoraba para su defensa.
La estrecha relación que mantenían queda de manifiesto en las invitaciones para cenar a casa del presidente de la Audiencia, acompañadas de las discusiones sobre quién ponía el vino Vega Sicilia.
Por su parte, Navarro sostiene que nunca facilitó información a Martínez y que le daba “largas”, aunque pudo pecar de “imprudencia” por continuar con las conversaciones con una persona que le pareció “desvalida”. La mayoría de las conversaciones no permiten determinar si las peticiones del exsecretario de Estado tuvieron éxito, si bien en varias ocasiones muestra su agradecimiento.
Primera querella
Este viernes se ha conocido la primera querella presentada contra José Ramón Navarro, interpuesta por el abogado del chófer de Luis Bárcenas, el entonces policía Sergio Ríos.
El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, fue el blanco de la Operación Kitchen, destinada a sustraerle los documentos comprometedores que se encontraban en su poder. El primer movimiento de la trama político-policial fue la captación de Ramos, persona entonces de la máxima confianza de Bárcenas, quien llegó a cobrar 54.000 euros de fondos reservados públicos.
La querella se interpondrá la semana que viene, según ha desvelado La Sexta, y acusará al presidente de la Audiencia Nacional de los delitos de revelación de secretos y obstrucción a la justicia.
Las formaciones políticas En Comú Podem e Izquierda Unida (IU) también han anunciado que interpondrán una querella por revelación de secretos contra Navarro, según ha asegurado el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, en los pasillos del Congreso.
Además, Asens reclama la dimisión de Navarro de su cargo de presidente de la Audiencia Nacional y que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abra un expediente disciplinario por este caso.
“El compadreo del PP, sus corruptos y la cúpula del Poder Judicial es un escándalo”, ha dicho Asens durante su comparecencia, en la que ha añadido: “Sabíamos que el PP controlaba el Tribunal Supremo por la puerta de atrás, como dijo el exsenador Cosidó, que secuestra el CGPJ contra el mandato de las urnas desde hace cuatro años y ahora sabemos que el presidente de la Audiencia Nacional estaba ayudando a un investigado por corrupción del PP, que era, ni más ni menos, que el ex número dos de Interior”.
De la misma opinión es la ministra de Justicia, Pilar Llop, que ha recordado que la Presidencia de la Audiencia Nacional es un cargo discrecional. En declaraciones a los medios en Palma de Mallorca, la ministra ha afirmado que corresponde al CGPJ actuar “si observa que ha habido algún tipo de responsabilidad disciplinaria”.
Llop también ha dicho que ese nombramiento discrecional depende del Consejo, lo que le lleva a pensar “que el PP tiene un interés evidente en no renovar el CGPJ“, un órgano cuyo mandato constitucional lleva más de cuatro años caducados y que no ha podido ser renovado debido a la negativa del Partido Popular, puesto que necesita de una mayoría parlamentaria.