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Columnista Rachel Marsden opina que hay “una oportunidad de negocio” en el fracaso en el campo de batalla que no existiría si Ucrania hubiera demostrado que tiene todas las armas necesarias.
Ucrania y Occidente “estafan dinero” a los contribuyentes mientras anuncian que el país, azotado por el conflicto, se convertirá en un importante fabricante de armas, sostiene la columnista Rachel Marsden en un artículo para la página web de RT en inglés.
“¿Qué hacer para impulsar el PIB cuando tu país está metido hasta el cuello en un conflicto militar y el principal interés de tus aliados es usarte para lavar el dinero de los contribuyentes en sus propios complejos militares industriales? Convertir eso en toda tu identidad nacional. Y exigir a Occidente que te ayude en la transición”, afirmó Marsden.
La experta recordó las declaraciones del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, quien prometió en septiembre de 2023 que Ucrania se convertirá en “uno de los fabricantes clave de armas y sistemas de defensa en el mundo”.
Marsden opina que hay “una oportunidad de negocio” en el fracaso en el campo de batalla que no existiría si Ucrania hubiera demostrado que tiene todas las armas necesarias. “Ahora mismo Ucrania es para los fabricantes de armas occidentales lo que Cheesecake Factory es para un niño gordo”, sostiene.
¿Quién se beneficiará?
La columnista destaca que Europa y EE.UU. van a pagar por este proceso de transición de Ucrania en un fabricante de armas y especula sobre quién se beneficiará.
En ese contexto, la estratega política reitera que los fabricantes de armas occidentales se han apresurado a hacer negocio con Ucrania, poniendo como ejemplo a la empresa alemana Rheinmetall, que planea fabricar los primeros vehículos blindados en Ucrania en 2024.
“Supongo que es un buen negocio fabricar tanques justo en el campo de batalla, donde pueden ser volados al salir de la línea de montaje. También se puede prender fuego al dinero de los contribuyentes occidentales que financia esta farsa en el momento en que sale del cajero automático”.
Mientras, las acciones del gigante armamentístico alemán, que se dispararon tras el inicio del conflicto en Ucrania, siguen creciendo, indica Marsden, agregando que la empresa nunca se ha sentido tan bien.
La energía barata desempeña su papel
La experta señala también que la producción de armas en Ucrania les cuesta menos a los fabricantes occidentales debido al bajo costo de la energía.
“No cabe duda de que es mucho más barato producir armas europeas en Ucrania, que sigue recibiendo su gas de Rusia, a diferencia de quienes [están] a cargo en la UE, que han rechazado deliberadamente su propio suministro de energía rusa para impresionar a Kiev”, indica.
No podrán “estafar dinero a los contribuyentes” para siempre
Al mismo tiempo, Marsden se muestra escéptica en cuanto a la probabilidad de que las compañías de armas occidentales compartan con sus socios ucranianos información confidencial sobre la producción y el comercio. “Estamos hablando de una zona de guerra con ojos y oídos por todas partes”, enfatiza.
La autora del artículo indica que “estafar dinero a los contribuyentes occidentales con el pretexto de una guerra activa no durará para siempre”, aconsejando buscar “una nueva forma de mantener abierto el flujo” antes del fin del conflicto.