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Estas conversaciones servirán “para continuar las labores propias de la Mesa de Diálogos para la Paz”, indicaron las partes en un comunicado.
Las delegaciones del Gobierno de Colombia y de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron este jueves un nuevo periodo de conversaciones que iniciará el próximo 19 de noviembre, con “la urgencia de avanzar hacia descongelar la Mesa” de Diálogos para la Paz.
A través de un comunicado, firmado en Caracas, las delegaciones informaron su decisión de “retomar una visión común de paz sustentada en el Acuerdo de México suscrito en marzo de 2023″, así como también “fortalecer” la Mesa de Diálogos, “como única instancia de negociación y decisión”. Estas reuniones se extenderán hasta el 25 de noviembre.
Las partes también coincidieron en “la urgencia de superar los factores de crisis y en hacer lo necesario para avanzar al máximo” en los próximos 20 meses del actual Gobierno, que encabeza el presidente Gustavo Petro, “y para ello trabajar sobre este nuevo modelo de negociación”.
COMUNICADO CONJUNTO Nº 29Algunas conclusiones: retomar una visión común de paz sustentada en el Acuerdo de México suscrito en marzo de 2023 y fortalecer esta Mesa comoúnica instancia de negociación y decisión. Coincidimos en la urgencia de avanzar hacia descongelar la Mesa#ELNpic.twitter.com/Nbso2sB3GF
— Delegación ELN (@DelegacionEln) November 7, 2024
En el texto, tanto Colombia como en ELN agradecieron al Gobierno de Venezuela por acoger nuevamente los encuentros, así como el acompañamiento de países garantes del proceso y demás delegaciones que actúan como acompañantes.
Las conversaciones en Caracas comenzaron el pasado 1 de noviembre y fueron el resultado de un pacto entre las partes para reavivar el proceso de paz, que se mantuvo suspendido debido a tensiones y diferencias de las delegaciones.
Los roces entre ambos se dilataron tras el fin del cese al fuego bilateral. Desde entonces el ELN ejecutó y reivindicó varias acciones armadas contra instalaciones militares, entre ellas, un ataque con explosivos el 17 de septiembre, que tuvo como blanco una base del Ejército en el departamento de Arauca y dejó tres soldados muertos y 28 heridos.
Ese hecho representó un punto de inflexión para el Gobierno, que de acuerdo con Petro, se trató de “una acción” que cerraba “un proceso de paz con sangre”. Sin embargo, el ELN cuestionó la decisión, al estimar que le asistía el derecho de defenderse a lo que califican como “represión” por parte del Estado.
