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Los críticos sostienen que se produjo un vacío de poder porque la mandataria no notificó que se sometería a un procedimiento quirúrgico.
El Ministerio Público peruano anunció este jueves que inició una “investigación preliminar” contra la presidenta Dina Boluarte “por los presuntos delitos de omisión de actos funcionales” o “abandono de cargo”, luego de se hiciera público que se realizó una operación estética en la nariz sin notificar al Congreso y al Consejo de Ministros, como ordena la legislación local.
En un comunicado difundido en X, la Fiscalía apuntó que el caso refiere a “la omisión de comunicar el impedimento temporal para el ejercicio del cargo” ante las instancias competentes entre los días 29 de julio y 9 de julio de 2023, “como consecuencia de un procedimiento quirúrgico al que fue sometida”.
Esta semana, el exprimer ministro Alberto Otálora reveló que la mandataria pasó por el quirófano, lo que levantó polémica en el país suramericano porque, según algunas interpretaciones, se habría generado un vacío de poder.
Por contra, el exfuncionario afirmó que “en este procedimiento quirúrgico, como le sucede a cualquier persona, no estuvo desatendiendo las labores que le competían al cargo” y, antes bien, “estuvo en permanente contacto” con él.
Del mismo modo, el actual ‘premier’, Gustavo Adrianzén, sostuvo en la víspera que Boluarte “siempre se ha mantenido al frente del Poder Ejecutivo” y “en su condición de jefa de Estado ha dirigido siempre y en todo momento los destinos de la nación”, sin apartarse ni un momento de sus funciones.
El problema de fondo es que la mandataria no ha designado vicepresidentes y eso, según la interpretación de varios expertos, la obligaría a notificar al Congreso sobre cualquier situación que la obligara a separarse de su cargo así fuera por un lapso breve, como previsión ante cualquier contingencia que pudiera derivar en un vacío de poder.
En esta misma jornada, la congresista Margot Palacios presentó una denuncia constitucional contra Boluarte, al considerar que lo declarado por Otálora constituía una “confirmación” de que ella efectivamente abandonó sus funciones para someterse a una cirugía facial.
