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La temporada de invierno en Rusia abre posibilidades para descubrir el país euroasiático desde otros ángulos y conocer mejor su cultura y tradiciones. Así, Anna Sorokina, turista rusa y columnista del proyecto multimedia ‘Puerta a Rusia’, presentó en un artículo 10 ideas acerca de lugares que se pueden visitar en ese inmenso territorio durante el invierno.
1. Veliki Ústiug
Esta antigua ciudad situada en el norte del país parece un museo al aire libre, ya que cuenta con más de 150 lugares de interés cultural. Entre las atracciones locales de interés especial figuran más de dos decenas de iglesias erigidas entre los siglos XVII y XVIII.
La artesanía es otra tarjeta de visita en esta localidad histórica: allí nacieron la ‘escarcha sobre estaño’ y el nielado norteño sobre plata, una peculiar técnica de orfebrería. Además, Veliki Ústiug es famoso también por su habitante mágico y símbolo del Año Nuevo, Ded Moroz (el Papá Noel ruso). En su residencia, los visitantes pueden conocerlo en persona, pasear por senderos fabulosos y aun montarse en una estufa rusa.
2. Kírov
Durante la temporada invernal, visitar la ciudad de Kírov, designada como la capital del Año Nuevo de Rusia en 2025, también sería una idea genial. Los turistas pueden divertirse en atractivas ferias de invierno y disfrutar diversas excursiones.
Asimismo, se puede profundizar en la historia y conocer los secretos de una de las artesanías más antiguas del país: los juguetes de barro Dymkovo. Entre otras atracciones de la localidad figuran la residencia de otra figura mítica, la Kikimora Vyatskaya, y el terraplén en homenaje al escritor Alexánder Grin.
3. Rybinsk
Si quieren convertirse en viajeros en el tiempo y conocer el siglo XIX, no tienen que inventar máquinas futuristas, solo hay que visitar la ciudad de Rybinsk.
El centro de esta localidad mercantil situada a orillas del río Volga está estilizado a la antigua usanza, e incluso los rótulos de cafés y tiendas coinciden con ese estilo retro y único. Los aficionados a la historia también pueden visitar el museo de los hermanos Nobel, que desarrollaron la industria petrolera en la Rusia imperial.
4. Arjánguelsk
Arjánguelsk es una de las principales ciudades de la zona norteña del país euroasiático: antes de la construcción de San Petersburgo servía como ‘ventana a Europa’, ya que a través de su puerto se desarrollaban lazos comerciales y culturales.
Hoy día se pueden ver allí antiguas casas que pertenecían a mercaderes, probar típicos platos pomores con una reinterpretación contemporánea y disfrutar del paseo por el malecón del río Dvina. Los interesados en la arquitectura pueden visitar el Museo de la Arquitectura de Madera ‘Malye Karely’ para ver molinos gigantes y casas pomoras.
5. Múrmansk
Una dirección ideal para los que sueñan con presenciar auroras boreales con sus propios ojos sería la ciudad de Múrmansk, la mayor localidad que exista sobre el Círculo Polar Ártico. En diciembre empieza allí el período de la noche polar, que dura 41 días y brinda la oportunidad de ver este fenómeno natural.
El mejor lugar para admirar auroras boreales es fuera de la ciudad, que está brillantemente iluminada. Entre los turistas que buscan ser testigos de esta iluminación, la mayor popularidad se la gana el antiguo pueblo pesquero de Teríberka.
6. Kirovsk
Kirovsk es otra ciudad de interés para conocer. Situada también sobre el Círculo Polar Ártico, a los pies de los montes Jibiny, atrae especialmente a los amantes de los deportes de invierno, ya que tiene varias estaciones de esquí, entre las que destaca Bolshói Vudyavr.
Si prefieren otro tipo de vacaciones, pueden visitar el jardín botánico más septentrional de Rusia, inaugurado en 1931. Es muy impresionante cómo higos, agave e incluso café crecen en latitudes tan al norte.
7. Krasnaya Polyana
La localidad de Krasnaya Polyana, situada cerca de la ciudad sureña de Sochi, también será del agrado de los aficionados al esquí. Allí se encuentra el mayor dominio esquiable del país, con más de 170 kilómetros de pistas de distintos niveles de dificultad.
Aparte de la estación de esquí, en Krasnaya Polyana hay muchos hoteles, cafés y entretenimientos para cada miembro de familia.
8. El lago Baikal
El lago Baikal, que se encuentra en una zona montañosa de Siberia, no solo se conoce por ser el reservorio de agua dulce más profundo del planeta, sino también por las peculiaridades de su superficie helada durante la temporada invernal.
El estanque se congela por completo hacia febrero y permite entonces observar docenas de tipos de hielo y formaciones heladas. Durante este periodo, la superficie del Baikal queda cubierta con diversos patrones de grietas y burbujas que se forman y dejan ver el agua cristalina.
9. Súzdal
La antigua ciudad de Súzdal, del llamado ‘Anillo de Oro’, no solo es popular por su Fiesta del Pepino, sino por su belleza invernal y por un enorme número de atracciones y lugares históricos. Allí se pueden encontrar curiosidades a cada paso, entre ellas el Kremlin de Súzdal, el Museo de Arquitectura de Madera y muchas casas de mercaderes.
Además, la Plaza del Mercado es ideal para los turistas, ya que se puede comer en diversos cafés y comprar recuerdos en tiendas locales. En la estación fría es preciso probar el sbíten, una bebida caliente a base de miel y perfecta para calentarse.
10. Moscú
En el invierno, las calles de la capital rusa se convierten en un verdadero cuento de hadas hecho realidad: toda la ciudad se ilumina con llamativas guirnaldas e instalaciones. Además, a cada paso es posible encontrar el más importante distintivo del Año Nuevo, el Árbol de Navidad maravillosamente decorado.
En el centro se celebran ferias de invierno con carruseles, pistas de patinaje y muchos dulces. Las calles más bonitas para pasearlas en invierno son las avenidas Nikólskaia, Arbat y Kamergersky.
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