Alrededor de 14 camiones con alimentos destinados a la Franja de Gaza fueron interceptados el miércoles por las fuerzas de ocupación de Israel al norte del territorio palestino.
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De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos (PMA), quien confirmó que su ayuda humanitaria fue interrumpida, denunció además que los vehículos contenían unas 200 toneladas de comida.
El organismo subrayó que el convoy tuvo que dar media vuelta “tras una espera de tres horas” en un puesto de control en la zona de Uadi Gaza, mientras que el subdirector ejecutivo del PMA, Carl Skau, declaró que “a pesar de que el convoy no llegó al norte para entregar comida a la gente que se muere de hambre, el PMA sigue explorando todos los medios posibles para poder hacerlo”.
“Las entregas aéreas son el último recurso y no evitarán una hambruna. Necesitamos puntos de entrada al norte de Gaza que nos permitan entregar ayuda suficiente para medio millón de personas en situación desesperada”, dijo Carl Skau.
Por su parte, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus reiteró la necesidad de que entre a Gaza más ayuda humanitaria, al tiempo de afirmar que “los niños que sobreviven a los bombardeos no sobrevivirían a la hambruna”.
El reporte del Ministerio de Sanidad indicó que han muerto ya 20 personas de hambre y deshidratación.
En febrero, el Director Ejecutivo Adjunto de Acción Humanitaria y Operaciones de Suministro de UNICEF, Ted Chaiban, puntualizó que “si el conflicto no termina de inmediato, la situación nutricional de la infancia seguirá deteriorándose; esto traerá consigo muertes prevenibles o problemas de salud que afectarán de por vida a los niños y las niñas de Gaza, y las consecuencias podrán durar generaciones”.
