Publicado:
El Servicio Federal de Seguridad detuvo a siete personas implicadas en la organización del acto terrorista, tres de ellas menores, que recibieron instrucciones de los servicios especiales ucranianos.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) logró impedir un atentado con bomba contra un jefe de una empresa militar rusa que produce sistemas de defensa aérea utilizados por el Ejército ruso.
Los agentes del FSB detuvieron a siete personas, entre ellas tres menores de edad, implicadas en la preparación del atentado. Todos los detenidos tienen la ciudadanía rusa y fueron arrestados en las provincias de Moscú, de Perm y de Sverdlovsk. El servicio comunicó que los sospechosos recibieron instrucciones de los servicios especiales ucranianos a través de aplicaciones de mensajería extranjeras, tal y como se descubrió tras examinar sus teléfonos.
Se informa que los siete participaron en “la organización de la vigilancia del aparcamiento del coche privado del objetivo, la fabricación de un artefacto explosivo improvisado a partir de componentes incautados en un escondite y su colocación en el vehículo con el fin de detonarlo”.
Rastro ucraniano
Agentes ucranianos ya habían cooperado con los sospechosos antes de darles la orden de perpetrar un atentado con bomba.
Previo a esta tarea, algunos de los detenidos transfirieron fondos de manera ilegal y ayudaron a los servicios del régimen de Kiev en la instalación y mantenimiento de cajas SIM, que permiten establecer canales de comunicación, realizar actividades fraudulentas y enviar falsos mensajes de amenaza terrorista.
Sin embargo, los detenidos accedieron a llevar a cabo una nueva tarea “peligrosa”, por la que los organizadores ucranianos prometieron pagarles al menos un millón de rublos (10.000 dólares). Los contratantes explicaron que querían acabar con la vida del objetivo porque les debía dinero. Siguiendo las instrucciones, los siete detenidos colocaron bajo el coche de la víctima un artefacto explosivo que debían detonar cuando el auto estuviera en movimiento.
Los sospechosos se enfrentan a cargos de tentativa de cometer un acto terrorista como parte de un grupo de personas mediante conspiración previa. Los detenidos cooperan con las autoridades rusas en la investigación y están confesando.