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Además, están previstos nuevos límites de estancia en un alojamiento estatal para los refugiados.
Irlanda podría recortar las prestaciones sociales a todos los refugiados ucranianos a 38,80 euros (unos 42 dólares) por semana, anunció el miércoles la ministra irlandesa de Protección Social, Heather Humphreys, citada por Irish Independent.
“Es posible que tengamos que tomar la decisión de que cualquier persona a quien el Estado proporcione alojamiento, independientemente de la fecha de su llegada, recibirá un pago de solo 38,80 euros”, manifestó Humphreys ante el Parlamento del país.
Las palabras de la funcionaria podrían significar un posible recorte de las prestaciones sociales para los refugiados ucranianos que ya residen en Irlanda, y no solo para los recién llegados, señala el medio.
En diciembre del año pasado, el Gobierno irlandés aprobó nuevas tasas de bienestar para los solicitantes de asilo, reduciendo la ayuda desde 232 euros (250 dólares) hasta 38,80 euros semanales, así como límites de 90 días de estancia en un alojamiento estatal.
Las nuevas normas se aplicarán solo a los ucranianos recién llegados, una vez que las leyes se aprueben dentro de varias semanas, explicaron desde el Ejecutivo. La decisión de recortar la prestación social a los ucranianos se tomó con el objetivo de que Irlanda esté “en línea” con otros países europeos.
La postura de Ucrania
Por su parte, Kiev ha instado a los países occidentales a recortar sus asistencias económicas a los refugiados ucranianos. El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, comentó la semana pasada acerca de la ayuda a los refugiados en Europa, afirmando que sería mucho mejor si Alemania apoyara a los ucranianos añadiendo dinero al presupuesto del país eslavo.
En el mismo contexto, el asesor del jefe de la Oficina presidencial de Ucrania, Mijaíl Podoliak, propuso privar a los ucranianos de permisos de residencia temporal, subsidios y “ciertas preferencias” de las que disponen, alegando que no es justo que los que se encuentran actualmente dentro del país asuman toda la “responsabilidad” por la situación que atraviesa Ucrania.